Los gordos somos invisibles

Hace unas semanas realizaron una entrevista a Matt Damon, donde le preguntaban cómo le había afectado engordar un montón de kilos para su última película. Y respondió: "lo que más me sorprendió es que los gordos son invisibles". Me impactó la respuesta y la grabé en alguna neurona aburrida para convertirla en un post en algún momento.

Estos días mientras caminaba hacia mi casa me he ido fijando en las personas gordas, y no sé si ciertamente con el sesgo del observador, pero he advertido una cierta mirada huidiza, como de vergüenza o de resignación, como asumiendo que son peores que los demás, que su gordura hace que todo lo demás no importe, ni quienes son, ni que hacen, ni que saben, ni a quienes quieren y le quieren, ni siquiera su color de ojos o su sonrisa... es gordo o gorda y esta estética vergonzante condiciona o anula todo lo demás.

Es desagradable, y ya hablo en primera persona, ir a comprar ropa, siempre preguntando por la talla más, y esa mirada entre condescendencia y reprobación del dependiente/a. Y quieras o no,no te queda bien lo que te compres, porque a ver, la ropa es ropa y no hace milagros, y si estás gordo pues lo estás, y los michelines y la tripa tienen que respirar por algún lado.

En todo caso, yo siempre me pregunto, pero ¿tan importante es la estética?, ¿es más importante lo que pareces a lo que eres?, ¿lo que consigues a lo que luces? ¿lo que aportas a los demás a la marca de tu ropa? Desgraciadamente, parece que es así, y triunfan en la televisión personas sin educación, ni conocimientos, ni propuestas, ni siquiera humor... pero eso sí, con tabletitas de chocolate en la barriga y un cierto aura de macarra chulito... a Gran Hermano me remito (y a tantos otros...).

Si estos son los modelos para el futuro, recomiendo que se abran gimnasios, clínicas de estética, tiendas de ropas y parafarmacias con productos de dietética.. quizá eso sea la nueva economía...

La ciencia española no necesita tijeras



Habrá quien tenga el conocimiento de las líneas de investigación actuales, los principales investigadores, los logros presentes y los esperados en el futuro, el impacto de todo ello en múltiples campos, como la economía y el empleo, que se esgrime tanto en eso que llaman "nuevo modelo productivo".

Yo simplemente lo hago desde una perspectiva personal: para que los nuevos hallazgos en el campo de la salud, nos permitan curar a aquellos/as niños/as que ahora no podemos, o les permita llevar una calidad de vida digna. Para que los medicamentos lleguen a todos los mundos, es necesario la inversión pública en investigación, porque en esta vida no puede ser todo negocio.


Como cambia el cuento...!!

Me encanta llevar los niños al teatro, una posibilidad más accesible gracias a tener uno enfrente de mi casa con una amplia oferta infantil. Esta mañana tocó el cuento de Blancanieves, eso sí, revisado en los tiempos que vivimos.

Las canciones, las de siempre, supongo que las mismas que cantaban nuestra abuelas como "quisiera ser más alto que la luna..." mezclado con un lenguaje actual, cercano, con mucho histrionismo y con un afán de hacer partícipes a los niños.

Ya me pareció el cuento algo cambiado cuando el príncipe le dió el beso a Blancanieves y le dijo "cásate conmigo", a lo que contestó la protagonista: a ver si te crees que me caso con el primer príncipe que me besa..."

En el bosque se pusieron a recoger la basura en el contenedor amarillo, azul y verde, que con una canción aprendimos cual es el de plástico, cartón y vidrio... Y pudimos ver como el enanito, que creía que acogiendo a Blancanieves ya tenía quien zurciera, barriera, fregara e hiciera la comida, tenía que compartir las tareas domésticas.

Amigos, estamos en el siglo XXI, la pena es que todavía haya mucha gente que no se entere para nada... el que crea que la batalla por la igualdad de género está ganada está muy equivocado. Cada vez encuentro más personas de nuestra generación que siguen viviendo como nuestros padres: para ella la casa y los niños; y él en el bar y los amigotes (y nada que decir del oficio más antiguo del mundo, que tiene una amplia clientela). A ver si el cuento cambia de una vez por todas!!!

En conclusión, me ha parecido una experiencia en el teatro divertida y educativa. Y lo que más me gustó es que estaba lleno, no quedaba ni una butaca libre. Para los que digan que el teatro (y peor, la cultura) está en decadencia.. quizá lo estén todos aquellos que no consiguen atraer al público pero que viven de las subvenciones.. pero eso, es otra historia.

Que inventen un clon ya!!

Ayer estuve en una agradable tertulia, de estas que comienzan sobre como crecen los niños y terminan en una declaración de como está de mal el mundo y que hay que arreglarlo.¡El problema es siempre cómo!

La verdad es que nos pusimos a ello con fruición, y si te dejas arrastrar por una alta dosis de realismo, y algo de pesimismo, dan ganas de llorar. A mi me molesta especialmente esta cultura de moral rebajada sobre los impuestos, este trapicheo vital de economía sumergida y facturas sin IVA. Pero claro, frente a ello, ¿hacemos una valoración de en qué se gastan el dinero las AAPP? ¿del desempeño en la función pública? ¿de los gastos absurdos o el derroche?

Total, que covinimos que había que ser un activista, como en EEUU, que no podíamos estar al margen. Y en eso, vino la reflexión que motiva esta entrada: vamos a ver, tenemos que estar más informados sobre política y participar activamente, tenemos que estar más con nuestros hijos y dedicarle más tiempo, tenemos que ser más ecológicos, tenemos que ser más solidarios, tenemos que leer más, tenemos que hacer deporte, que la edad va pesando... y por supuesto, tenemos que trabajar más, porque parece ser que los españoles somos poco competitivos, que en Europa se curra más horas... ¿pero cuando hacemos todo esto si ya estamos agotados?

Y es verdad, si uno se pone a pensar las cosas que por ser persona, pareja, padre, ciudadano, trabajador (o, peor, emprendedor) se espera que haga... sale una lista que necesitaría dos vidas para ello.

Me acuerdo de una peli de Michael Keaton, que ante esta situación decidió tener un clon. Bueno, aquello acabó disparatado porque el clon también decidió tener un clon.. una comedia que nos venía a decir que el problema no es tener más (ni siquiera más tiempo), sino organizar las cosas de otra manera.

Quizá tendremos que empezar a replantearnos este mundo en el que vivimos, el trabajo que hacemos y el papel que la sociedad nos propone, cuando dinero realmente necesitamos, por qué consumimos tanta cosas inútiles, qué hacemos viendo programas estúpidos en la televisión hora tras hora (para eso parece que sí se tiene tiempo) y un largo etc. Quizá tengamos que bajarnos de la vida un par de días o lo que haga falta, y pensar hacia donde voy y si es allí donde quiero ir.