Contracorriente

No es la primera vez que utilizan el curioso vocablo contracorriente para definirme. Por lo general, no presto excesiva atención, ni me gusta etiquetar ni me involucro en las conversaciones de personas que les gusta opinar y sentenciar sobre su entorno.

Sí es verdad que tengo un modelo de vida diferente al resultante de una "media estadística" de conductas, pero para mi nunca fue esto ninguna brújula. Hago aquello que creo conveniente, aquello que se acomoda a mis valores, a mis gustos, a mis necesidades, y que encaja con el camino de las personas con las que comparto mi vida. Nada más.

Reconozco que me gusta mucho reflexionar, dedicar tiempo a situarme en el presente y en el futuro. Y creo que aquí es donde está el déficits de muchas personas, que dejan arrastrar su vida por el cauce de la costumbre, del hábito, de la inercia, en definitiva, con el piloto automático puesto de forma permanente.

Estamos en una época donde el tener, tener y tener ha ocupado los espacios más íntimos de la persona, y hemos minimizado el ser. Y no se puede sustituir el amor, la euforia del logro o una conversación profunda por un coche, por mucho que nos vendan que es una "autoemoción".

Quizá por esto está surgiendo con fuerza el coaching y tanta gente a mi alrededor está involucrándose en él. Por que después de tener tanto y tan caro, nos hemos dado cuenta que lo que se ha quedado sin valor somos nosotros mismos.

No es contracorriente, es seguir tu propio fluir.

El caso del andalú mal entendido


Lo cierto es que me marché de la pastelería con la certeza de que estaba todo en orden, celebramos el cumple de Esther un par de días después, ya que en su día estaba "abriendo" el regalo que se ha llamado Lorenzo.

Y le dije como dedicatoria: Felicidades Esther con hache y Lorenzo.. pero claro amigos, lo dije en andalú, así que tuvo que sonar algo así este con hache, o sea heste y lorenso...

Por lo demás, aquí seguimos en nuestro período de adaptación a un nuevo miembro en la familia, y encima lloviendo chuzos de punta, por lo que no podemos ir al parque a que estos "miuritas" como los llamo yo, desfoguen un poco...