Una nueva etapa: dame una palanca y moveré el mundo

No ha sido exactamente una palanca, más bien un iPad el que me ha animado después de un largo tiempo de silencio bloguero a retomar este diario de reflexiones personales. Y en el fondo, ese gustillo por escribir que nunca he dejado de tener y que estaba enterrado bajo las pila de tareas en ejecución.

A mi siempre me ha parecido que contar el año de enero a diciembre no se corresponde con el ciclo vital, al menos con el mío. Los años escolares se adaptan más a un proceso repetido que finaliza y comienza en verano, donde el sol y el descanso nos da una segunda oportunidad para volver a construir nuestro proyecto de vida.

En veranos mudamos la piel, acometemos asignaturas pendientes, realizamos las serenas lecturas que otros momentos del año descartamos, dedicamos más tiempo a aquellos que más queremos y claro esta, salimos de nuestra rutina descansando del trabajo y rompiendo con la monotonía del entorno.

Es el mejor momento de hacer planes, promover el cambio, romper con el hábito y el hastío.

Es la época del renacimiento. Disfrútenlo.