Los capullos a punto de florecer


Está mi balcón repleto de geranios, altos, verdes, con grandes hojas abiertas y numerosos capullos. Así que, en unos días romperá la primevara en mi ventana. Es el fruto del mimo y cuidado que tengo a mis geranios todo el año, regándolos, abonándolos, quitándoles las hojas secas, podándolos... por que las grandes recompensas solo se obtienen del continuo esfuerzo diario. Les dejo una foto de uno de mis cinco tipos de geranios que florecieron el año pasado.

Igualmente tengo la impresión de que los capullos del esfuerzo personal en estos últimos años han madurado y están punto de florecer...


Suceden cosas inesperadas, casuales o causales, que se yo, personas a las que nos encontramos después de un tiempo, apoyos que recibes de donde no esperabas nada, puertas que te abren con una franca sonrisa donde esperabas una barrera. Donde antes había incertidumbre ahora hay expectativas muy positivas de futuro.

Siempre dije que cada persona a la que atendíamos debíamos dedicarle nuestro mejor esfuerzo, nuestra mejor atención, porque todos tienen que ser importantes para nosotros, y porque quién sabe a quien conoce, de quién es vecino, amigo o familia. Y sigo afirmándolo más rotundamente ahora, tanto por lo que me llega de la pésima imagen de unos, como del reconocimiento que estamos recibiendo últimamente al trabajo que realizamos. Seguimos, aunque nos suponga un esfuerzo mayor, cultivando el trabajo bien hecho y el cuidado de los detalles.

El duro invierno ya pasó. Llega la primavera, quien ha cuidado su jardín de forma diligente espera hermosas flores...

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