Como es tradicional, hemos tenido la comida de Navidad en casa con las dos familias. Os dejo el menú:
Para picar
Jamón Serrano
Lomo
Queso
Tostadas de varuis patés
Entrantes
Carpaccio de calabacín al roquefort y piñones con lecho de canónigos
Ensalada de bacalao con naranja
Tomates rellenos de queso philadelfia con pavo
Cocktail de marisco
Plato fuerte
Pierna de cordero al horno con patitatas con guarnición de champiñones al vino blanco
Postre
Pijama a los tres helados
Todo esto regado con dos botellitas de rioja, unos whiskicitos y roncitos correspondientes. Un comida y tarde estupenda. Una pena que mi padre siga un poco pachucho con la culebrilla... Eso sí, queda comida para mañana y pasado.. a ver, gajes del oficio.
Por cierto, el Román no ha soltado el gormiti que le trajo esta mañana Papa Noel... el "jefe de los malos", jejeje.
FELIZ NAVIDAD A TODAS Y TODOS
Diario de los pensamientos, ideas y experiencias, de un ciudadano cordobés emprendedor, mileurista y padre del primer mundo
Ya es Navidad !!!
Estas fechas son especiales, tienen ese acento familiar para los que la adoran y para los que la detestan (precisamente por ello). Son momentos para estar con los tuyos, para recordar a los que faltan y para "poner el contador a cero".
Por mi parte, siempre un trocito de corazón se queda con los que no están, pero toda la vida he vivido la navidad con alegría y ahora, con los niños, aún más.
Estas semanas estarán llenas de momentos especiales, de sonrisas únicas y de sorpresas...
Como mi niño mayor todavía no lee, puedo decir que esta noche le visitará por sorpresa Papa Noel, aunque nosotros regalamos en reyes, un detallito en forma de gormitis (los que tienen niños sabrán de que hablo, el resto le sonará a chino).. y unas cartas de Mickey Mouse para el pequeño. Ver su carita mañana será emocionante, estoy deseando que llegue.
Este año me toca nochebuena con la familia de Esther, así que el que pondrá caritas seré yo cuando mi suegra empiece a sacar platos, madre mía que bueno está todo!!! Me voy a poner pero que bien...
Mañana Navidad el que cocino soy yo, ya que siempre invito a las dos familias a comer, e intento lucirme un poco.. ya os contaré que tal este año con la pierna de cordero y los seis entrantes (los publicaré, seguro)...
El día 27 es el cumple de mi madre, otro día especial de nuestra navidad, a soplar velitas, ¡lo joven que está!.. el día de nochevieja otra magnífica cena y tomaremos las uvas con mis padres y después haremos la ya tradicional fiesta de Nochevieja con Karaoke con los amigos.
Y nos quedará Reyes, donde los niños van de casa en casa recogiendo juguetes (bueno, y nosotros nuestros regalos, claro), que sí, que son muchos, es verdad, pero ¿y qué le vamos a hacer? Es una ilusion para abuelos, tíos, padres y sobre todo niños.
Bueno, y el tradicinal paseo por los concursos de belenes, y darle la carta de reyes magos al paje real, y los disfraces en casa de mis padres, y los villancicos picantitos, y el mazapán y los turrones...
Ya es Navidad!!! A por ella...
Por mi parte, siempre un trocito de corazón se queda con los que no están, pero toda la vida he vivido la navidad con alegría y ahora, con los niños, aún más.
Estas semanas estarán llenas de momentos especiales, de sonrisas únicas y de sorpresas...
Como mi niño mayor todavía no lee, puedo decir que esta noche le visitará por sorpresa Papa Noel, aunque nosotros regalamos en reyes, un detallito en forma de gormitis (los que tienen niños sabrán de que hablo, el resto le sonará a chino).. y unas cartas de Mickey Mouse para el pequeño. Ver su carita mañana será emocionante, estoy deseando que llegue.
Este año me toca nochebuena con la familia de Esther, así que el que pondrá caritas seré yo cuando mi suegra empiece a sacar platos, madre mía que bueno está todo!!! Me voy a poner pero que bien...
Mañana Navidad el que cocino soy yo, ya que siempre invito a las dos familias a comer, e intento lucirme un poco.. ya os contaré que tal este año con la pierna de cordero y los seis entrantes (los publicaré, seguro)...
El día 27 es el cumple de mi madre, otro día especial de nuestra navidad, a soplar velitas, ¡lo joven que está!.. el día de nochevieja otra magnífica cena y tomaremos las uvas con mis padres y después haremos la ya tradicional fiesta de Nochevieja con Karaoke con los amigos.
Y nos quedará Reyes, donde los niños van de casa en casa recogiendo juguetes (bueno, y nosotros nuestros regalos, claro), que sí, que son muchos, es verdad, pero ¿y qué le vamos a hacer? Es una ilusion para abuelos, tíos, padres y sobre todo niños.
Bueno, y el tradicinal paseo por los concursos de belenes, y darle la carta de reyes magos al paje real, y los disfraces en casa de mis padres, y los villancicos picantitos, y el mazapán y los turrones...
Ya es Navidad!!! A por ella...
El cristal con que se mira...
Estos meses han sido ciertamente extraños. Después de un cambio brusco en mis expectativas profesionales y porque no decirlo en mi proyecto vital, de los problemas de ansiedad y de salud consecuentes, de poner el empeño en un proyecto donde, a pesar de los resultados, no veíamos la punta.. de cierta desilusión e incluso falta de fe... todo ha cambiado en apenas un mes.
Y quieras o no, lo que antes era insuficiente, aquello que no funcionaba, nuestra manera de enfocar las cosas que quizá estaba equivocada, las relaciones donde surgía una cierta tensión... todo desaparece (o se ensombrece)... lo hecho de pronto se torna en acierto. Es curioso como unos resultados te cambian la percepción del valor de lo que haces, y en el fondo, incluso la percepción de tí mismo como profesional.
Y es que, querámoslo o no, el éxito y nuestro entorno son el espejo en el que nos miramos, son el GPS que nos dice si vamos en la dirección correcta.
Casi diría que ha sido el mes de los "amigos perdidos".. del teléfono, que llevaba meses casi diría que apagado, han surgido voces amigas que te conocen personal y profesionalmente, que te aprecian y que te proponen cosas a cada cual más interesante. Pero no una ni dos, si no cinco historias diferentes que nos han proporcionado nuevas expectativas y un nuevo impulso para la entidad. Y además de todo ello, resultados inesperados de actividades y proyectos que se presentaron allá por el mes de marzo o abril y que ahora de pronto nos llega el premio al esfuerzo y el trabajo bien hecho.
Como profesional, después de haber afrontado diferentes retos con éxito, me siento también renovado, confirmado que tengo muchas cosas aún por crear y aportar. Vamos, un final de año que nos aporta estabilidad económica para el año 2010.. y que nos da fuerzas para enfocar nuevos retos..
Después de cruzar el desierto, llega la tierra fértil... y la prueba espero que me haya fortalecido y me haya servido para aprender... en todo caso, al menos me ha servido para dejar de fumar, que ya se algo...
Y quieras o no, lo que antes era insuficiente, aquello que no funcionaba, nuestra manera de enfocar las cosas que quizá estaba equivocada, las relaciones donde surgía una cierta tensión... todo desaparece (o se ensombrece)... lo hecho de pronto se torna en acierto. Es curioso como unos resultados te cambian la percepción del valor de lo que haces, y en el fondo, incluso la percepción de tí mismo como profesional.
Y es que, querámoslo o no, el éxito y nuestro entorno son el espejo en el que nos miramos, son el GPS que nos dice si vamos en la dirección correcta.
Casi diría que ha sido el mes de los "amigos perdidos".. del teléfono, que llevaba meses casi diría que apagado, han surgido voces amigas que te conocen personal y profesionalmente, que te aprecian y que te proponen cosas a cada cual más interesante. Pero no una ni dos, si no cinco historias diferentes que nos han proporcionado nuevas expectativas y un nuevo impulso para la entidad. Y además de todo ello, resultados inesperados de actividades y proyectos que se presentaron allá por el mes de marzo o abril y que ahora de pronto nos llega el premio al esfuerzo y el trabajo bien hecho.
Como profesional, después de haber afrontado diferentes retos con éxito, me siento también renovado, confirmado que tengo muchas cosas aún por crear y aportar. Vamos, un final de año que nos aporta estabilidad económica para el año 2010.. y que nos da fuerzas para enfocar nuevos retos..
Después de cruzar el desierto, llega la tierra fértil... y la prueba espero que me haya fortalecido y me haya servido para aprender... en todo caso, al menos me ha servido para dejar de fumar, que ya se algo...
37 y al galope
Llevo desde mi cumpleaños, el ya más que pasado 26 de octubre, buscando un hueco para sentarme a escribir en el blog y hasta ahora no lo había conseguido. La verdad es que este último trimestre del año lo hemos tomado con mucha fuerza, tanto en el trabajo como en lo personal, aprovechado estos días otoñales antes de que arrecie el frío invierno.
Me gusta el concepto que alguna vez me ha comentado una buena amiga sobre el vaso que hay que llenar y vaciar en la vida, y yo ahora lo estoy llenando con nuevas experiencias. No perdáis la pista a una interesante iniciativa www.escuelaemociones.com
Cultura, Facebook, Relaciones Sociales, Educación y ser Papa, Proyectos Sociales y más.. son reflejos de ideas que escribiré en los próximos tiempos...
Por lo pronto, después de tres fines de semana en la sierra, ora andando, ora peroleando, los dos siguientes seguimos disfrutando en familia y de buenos amigos del contacto con la naturaleza, este finde en la sierra de Sevilla y el siguiente en la Sub-bética.
Y esta semana me voy a Asturias a unas Jornadas... y la semana que viene a Granada... y tengo una cita ineludible ya en Madrid, que a ver que me invento y voy para allá antes de que acabe el año...
En algún momento me pondré a publicar esta afición de fotografiar árboles que ejerzo últimamente...
A ver si acabo esto, lo otro, lo de más allá, lo de acullá... y así tengo tiempo para ponerme a inventarme cosas nuevas que hacer...
¡Feliz caída del Muro! A ver si nos da ideas para tirar todos los muros de este mundo, que son muchos..
Me gusta el concepto que alguna vez me ha comentado una buena amiga sobre el vaso que hay que llenar y vaciar en la vida, y yo ahora lo estoy llenando con nuevas experiencias. No perdáis la pista a una interesante iniciativa www.escuelaemociones.com
Cultura, Facebook, Relaciones Sociales, Educación y ser Papa, Proyectos Sociales y más.. son reflejos de ideas que escribiré en los próximos tiempos...
Por lo pronto, después de tres fines de semana en la sierra, ora andando, ora peroleando, los dos siguientes seguimos disfrutando en familia y de buenos amigos del contacto con la naturaleza, este finde en la sierra de Sevilla y el siguiente en la Sub-bética.
Y esta semana me voy a Asturias a unas Jornadas... y la semana que viene a Granada... y tengo una cita ineludible ya en Madrid, que a ver que me invento y voy para allá antes de que acabe el año...
En algún momento me pondré a publicar esta afición de fotografiar árboles que ejerzo últimamente...
A ver si acabo esto, lo otro, lo de más allá, lo de acullá... y así tengo tiempo para ponerme a inventarme cosas nuevas que hacer...
¡Feliz caída del Muro! A ver si nos da ideas para tirar todos los muros de este mundo, que son muchos..
Los gordos somos invisibles
Hace unas semanas realizaron una entrevista a Matt Damon, donde le preguntaban cómo le había afectado engordar un montón de kilos para su última película. Y respondió: "lo que más me sorprendió es que los gordos son invisibles". Me impactó la respuesta y la grabé en alguna neurona aburrida para convertirla en un post en algún momento.
Estos días mientras caminaba hacia mi casa me he ido fijando en las personas gordas, y no sé si ciertamente con el sesgo del observador, pero he advertido una cierta mirada huidiza, como de vergüenza o de resignación, como asumiendo que son peores que los demás, que su gordura hace que todo lo demás no importe, ni quienes son, ni que hacen, ni que saben, ni a quienes quieren y le quieren, ni siquiera su color de ojos o su sonrisa... es gordo o gorda y esta estética vergonzante condiciona o anula todo lo demás.
Es desagradable, y ya hablo en primera persona, ir a comprar ropa, siempre preguntando por la talla más, y esa mirada entre condescendencia y reprobación del dependiente/a. Y quieras o no,no te queda bien lo que te compres, porque a ver, la ropa es ropa y no hace milagros, y si estás gordo pues lo estás, y los michelines y la tripa tienen que respirar por algún lado.
En todo caso, yo siempre me pregunto, pero ¿tan importante es la estética?, ¿es más importante lo que pareces a lo que eres?, ¿lo que consigues a lo que luces? ¿lo que aportas a los demás a la marca de tu ropa? Desgraciadamente, parece que es así, y triunfan en la televisión personas sin educación, ni conocimientos, ni propuestas, ni siquiera humor... pero eso sí, con tabletitas de chocolate en la barriga y un cierto aura de macarra chulito... a Gran Hermano me remito (y a tantos otros...).
Si estos son los modelos para el futuro, recomiendo que se abran gimnasios, clínicas de estética, tiendas de ropas y parafarmacias con productos de dietética.. quizá eso sea la nueva economía...
Estos días mientras caminaba hacia mi casa me he ido fijando en las personas gordas, y no sé si ciertamente con el sesgo del observador, pero he advertido una cierta mirada huidiza, como de vergüenza o de resignación, como asumiendo que son peores que los demás, que su gordura hace que todo lo demás no importe, ni quienes son, ni que hacen, ni que saben, ni a quienes quieren y le quieren, ni siquiera su color de ojos o su sonrisa... es gordo o gorda y esta estética vergonzante condiciona o anula todo lo demás.
Es desagradable, y ya hablo en primera persona, ir a comprar ropa, siempre preguntando por la talla más, y esa mirada entre condescendencia y reprobación del dependiente/a. Y quieras o no,no te queda bien lo que te compres, porque a ver, la ropa es ropa y no hace milagros, y si estás gordo pues lo estás, y los michelines y la tripa tienen que respirar por algún lado.
En todo caso, yo siempre me pregunto, pero ¿tan importante es la estética?, ¿es más importante lo que pareces a lo que eres?, ¿lo que consigues a lo que luces? ¿lo que aportas a los demás a la marca de tu ropa? Desgraciadamente, parece que es así, y triunfan en la televisión personas sin educación, ni conocimientos, ni propuestas, ni siquiera humor... pero eso sí, con tabletitas de chocolate en la barriga y un cierto aura de macarra chulito... a Gran Hermano me remito (y a tantos otros...).
Si estos son los modelos para el futuro, recomiendo que se abran gimnasios, clínicas de estética, tiendas de ropas y parafarmacias con productos de dietética.. quizá eso sea la nueva economía...
La ciencia española no necesita tijeras
Habrá quien tenga el conocimiento de las líneas de investigación actuales, los principales investigadores, los logros presentes y los esperados en el futuro, el impacto de todo ello en múltiples campos, como la economía y el empleo, que se esgrime tanto en eso que llaman "nuevo modelo productivo".
Yo simplemente lo hago desde una perspectiva personal: para que los nuevos hallazgos en el campo de la salud, nos permitan curar a aquellos/as niños/as que ahora no podemos, o les permita llevar una calidad de vida digna. Para que los medicamentos lleguen a todos los mundos, es necesario la inversión pública en investigación, porque en esta vida no puede ser todo negocio.
Como cambia el cuento...!!
Me encanta llevar los niños al teatro, una posibilidad más accesible gracias a tener uno enfrente de mi casa con una amplia oferta infantil. Esta mañana tocó el cuento de Blancanieves, eso sí, revisado en los tiempos que vivimos.
Las canciones, las de siempre, supongo que las mismas que cantaban nuestra abuelas como "quisiera ser más alto que la luna..." mezclado con un lenguaje actual, cercano, con mucho histrionismo y con un afán de hacer partícipes a los niños.
Ya me pareció el cuento algo cambiado cuando el príncipe le dió el beso a Blancanieves y le dijo "cásate conmigo", a lo que contestó la protagonista: a ver si te crees que me caso con el primer príncipe que me besa..."
En el bosque se pusieron a recoger la basura en el contenedor amarillo, azul y verde, que con una canción aprendimos cual es el de plástico, cartón y vidrio... Y pudimos ver como el enanito, que creía que acogiendo a Blancanieves ya tenía quien zurciera, barriera, fregara e hiciera la comida, tenía que compartir las tareas domésticas.
Amigos, estamos en el siglo XXI, la pena es que todavía haya mucha gente que no se entere para nada... el que crea que la batalla por la igualdad de género está ganada está muy equivocado. Cada vez encuentro más personas de nuestra generación que siguen viviendo como nuestros padres: para ella la casa y los niños; y él en el bar y los amigotes (y nada que decir del oficio más antiguo del mundo, que tiene una amplia clientela). A ver si el cuento cambia de una vez por todas!!!
En conclusión, me ha parecido una experiencia en el teatro divertida y educativa. Y lo que más me gustó es que estaba lleno, no quedaba ni una butaca libre. Para los que digan que el teatro (y peor, la cultura) está en decadencia.. quizá lo estén todos aquellos que no consiguen atraer al público pero que viven de las subvenciones.. pero eso, es otra historia.
Las canciones, las de siempre, supongo que las mismas que cantaban nuestra abuelas como "quisiera ser más alto que la luna..." mezclado con un lenguaje actual, cercano, con mucho histrionismo y con un afán de hacer partícipes a los niños.
Ya me pareció el cuento algo cambiado cuando el príncipe le dió el beso a Blancanieves y le dijo "cásate conmigo", a lo que contestó la protagonista: a ver si te crees que me caso con el primer príncipe que me besa..."
En el bosque se pusieron a recoger la basura en el contenedor amarillo, azul y verde, que con una canción aprendimos cual es el de plástico, cartón y vidrio... Y pudimos ver como el enanito, que creía que acogiendo a Blancanieves ya tenía quien zurciera, barriera, fregara e hiciera la comida, tenía que compartir las tareas domésticas.
Amigos, estamos en el siglo XXI, la pena es que todavía haya mucha gente que no se entere para nada... el que crea que la batalla por la igualdad de género está ganada está muy equivocado. Cada vez encuentro más personas de nuestra generación que siguen viviendo como nuestros padres: para ella la casa y los niños; y él en el bar y los amigotes (y nada que decir del oficio más antiguo del mundo, que tiene una amplia clientela). A ver si el cuento cambia de una vez por todas!!!
En conclusión, me ha parecido una experiencia en el teatro divertida y educativa. Y lo que más me gustó es que estaba lleno, no quedaba ni una butaca libre. Para los que digan que el teatro (y peor, la cultura) está en decadencia.. quizá lo estén todos aquellos que no consiguen atraer al público pero que viven de las subvenciones.. pero eso, es otra historia.
Que inventen un clon ya!!
Ayer estuve en una agradable tertulia, de estas que comienzan sobre como crecen los niños y terminan en una declaración de como está de mal el mundo y que hay que arreglarlo.¡El problema es siempre cómo!
La verdad es que nos pusimos a ello con fruición, y si te dejas arrastrar por una alta dosis de realismo, y algo de pesimismo, dan ganas de llorar. A mi me molesta especialmente esta cultura de moral rebajada sobre los impuestos, este trapicheo vital de economía sumergida y facturas sin IVA. Pero claro, frente a ello, ¿hacemos una valoración de en qué se gastan el dinero las AAPP? ¿del desempeño en la función pública? ¿de los gastos absurdos o el derroche?
Total, que covinimos que había que ser un activista, como en EEUU, que no podíamos estar al margen. Y en eso, vino la reflexión que motiva esta entrada: vamos a ver, tenemos que estar más informados sobre política y participar activamente, tenemos que estar más con nuestros hijos y dedicarle más tiempo, tenemos que ser más ecológicos, tenemos que ser más solidarios, tenemos que leer más, tenemos que hacer deporte, que la edad va pesando... y por supuesto, tenemos que trabajar más, porque parece ser que los españoles somos poco competitivos, que en Europa se curra más horas... ¿pero cuando hacemos todo esto si ya estamos agotados?
Y es verdad, si uno se pone a pensar las cosas que por ser persona, pareja, padre, ciudadano, trabajador (o, peor, emprendedor) se espera que haga... sale una lista que necesitaría dos vidas para ello.
Me acuerdo de una peli de Michael Keaton, que ante esta situación decidió tener un clon. Bueno, aquello acabó disparatado porque el clon también decidió tener un clon.. una comedia que nos venía a decir que el problema no es tener más (ni siquiera más tiempo), sino organizar las cosas de otra manera.
Quizá tendremos que empezar a replantearnos este mundo en el que vivimos, el trabajo que hacemos y el papel que la sociedad nos propone, cuando dinero realmente necesitamos, por qué consumimos tanta cosas inútiles, qué hacemos viendo programas estúpidos en la televisión hora tras hora (para eso parece que sí se tiene tiempo) y un largo etc. Quizá tengamos que bajarnos de la vida un par de días o lo que haga falta, y pensar hacia donde voy y si es allí donde quiero ir.
La verdad es que nos pusimos a ello con fruición, y si te dejas arrastrar por una alta dosis de realismo, y algo de pesimismo, dan ganas de llorar. A mi me molesta especialmente esta cultura de moral rebajada sobre los impuestos, este trapicheo vital de economía sumergida y facturas sin IVA. Pero claro, frente a ello, ¿hacemos una valoración de en qué se gastan el dinero las AAPP? ¿del desempeño en la función pública? ¿de los gastos absurdos o el derroche?
Total, que covinimos que había que ser un activista, como en EEUU, que no podíamos estar al margen. Y en eso, vino la reflexión que motiva esta entrada: vamos a ver, tenemos que estar más informados sobre política y participar activamente, tenemos que estar más con nuestros hijos y dedicarle más tiempo, tenemos que ser más ecológicos, tenemos que ser más solidarios, tenemos que leer más, tenemos que hacer deporte, que la edad va pesando... y por supuesto, tenemos que trabajar más, porque parece ser que los españoles somos poco competitivos, que en Europa se curra más horas... ¿pero cuando hacemos todo esto si ya estamos agotados?
Y es verdad, si uno se pone a pensar las cosas que por ser persona, pareja, padre, ciudadano, trabajador (o, peor, emprendedor) se espera que haga... sale una lista que necesitaría dos vidas para ello.
Me acuerdo de una peli de Michael Keaton, que ante esta situación decidió tener un clon. Bueno, aquello acabó disparatado porque el clon también decidió tener un clon.. una comedia que nos venía a decir que el problema no es tener más (ni siquiera más tiempo), sino organizar las cosas de otra manera.
Quizá tendremos que empezar a replantearnos este mundo en el que vivimos, el trabajo que hacemos y el papel que la sociedad nos propone, cuando dinero realmente necesitamos, por qué consumimos tanta cosas inútiles, qué hacemos viendo programas estúpidos en la televisión hora tras hora (para eso parece que sí se tiene tiempo) y un largo etc. Quizá tengamos que bajarnos de la vida un par de días o lo que haga falta, y pensar hacia donde voy y si es allí donde quiero ir.
Ser honrado es rentable
Comienza la rutina del otoño, que aunque aún no hemos llegado, en realidad ya estamos. Y mi hijo después de comer está entusiasmado con documentales de animales de la 2. Algunas veces los veo con él, cuando el trabajo me lo permite, y prácticamente con variaciones, tiene unas mismas pautas. Algún carnívoro que persigue a su presa, una veces con mayor o menor fortuna, pero siempre ganando el más fuerte. Leyes de la selva...
En esto que llamamos civilización hemos sustituido estas leyes por otras donde los valores y los derechos de todas y todos son lo esencial. No se deshecha al débil, ni se permite que el más fuerte abuse. Estas son las normas, aunque algunos quieran vulnerarlas (bueno para eso está la policía, los fiscales, los jueces y finalmente la cárcel).
Yo pienso que ser honrado es rentable, aunque a veces a corto plazo no se vea.
Y es porque vemos a personas que abusan, que manipulan, que desprecian a los demás y lo hacen de manera impune. O eso creen. Yo pienso que el que juega en la vida a abusar encontrará a alguien que sea más cruel y más listo. Y también pienso que al final del camino de los que cometen delitos está la cárcel. Más temprano que tarde.
Estos días he recibido muy buenas noticias de personas y asociaciones a las que quiero y aprecio que están teniendo importantes éxitos, demostrando que el trabajo bien hecho, el esfuerzo y la valentía tienen resultados. Y es que, ser decente acaba siendo rentable. Es, como se dice en estos tiempos, un valor seguro.
En esto que llamamos civilización hemos sustituido estas leyes por otras donde los valores y los derechos de todas y todos son lo esencial. No se deshecha al débil, ni se permite que el más fuerte abuse. Estas son las normas, aunque algunos quieran vulnerarlas (bueno para eso está la policía, los fiscales, los jueces y finalmente la cárcel).
Yo pienso que ser honrado es rentable, aunque a veces a corto plazo no se vea.
Y es porque vemos a personas que abusan, que manipulan, que desprecian a los demás y lo hacen de manera impune. O eso creen. Yo pienso que el que juega en la vida a abusar encontrará a alguien que sea más cruel y más listo. Y también pienso que al final del camino de los que cometen delitos está la cárcel. Más temprano que tarde.
Estos días he recibido muy buenas noticias de personas y asociaciones a las que quiero y aprecio que están teniendo importantes éxitos, demostrando que el trabajo bien hecho, el esfuerzo y la valentía tienen resultados. Y es que, ser decente acaba siendo rentable. Es, como se dice en estos tiempos, un valor seguro.
Bajo de energía
Últimamente ando bajo de energía, me lo dice la gente que parece ser me ve un poco apagado. Yo lo de la energía no es algo que me acabe de creer, pero tampoco que rechace (vamos, que me lo creo un poquito).
Es verdad que con el tema de dejar el tabaco, o con las pequeñas maluras que he pasado este mes (salí de una gastroenteritis y me metí en una otitis) seguramente estaré más fastidiado, o quizá por estar bajo de energía ande también bajo de defensas y se me hayan colado estos virus que, por lo general, pasan de largo por mi persona.
O quizá sí que se reflejen mis decepciones, mis frustraciones y mis añoranzas en mi manera de caminar, en el tono o las palabras que utilizo, en el lenguaje no verbal...
Sí que noto que ya no soy el mismo de hace unos años, que no me rio igual ni con tanta frecuencia, que no me alegran tanto las cosas cotidianas. No sé, yo era de los de echarse la manta a la cabeza y palante con lo que sea...
... quizá la vida que te pone copas amargas que cuanto las bebes nada sabe igual...
... quizá la juventud que se pierde y ya no anda uno con los mismos bríos...
... quizá que necesito un "cargador" como el móvil, ¿dónde me venderían uno?...
... quizá necesito un nuevo reto...
Seguiremos a la expectativa, pendiente de las oportunidades y de esa suerte que de vez en cuanto pasa a nuestro lado
Es verdad que con el tema de dejar el tabaco, o con las pequeñas maluras que he pasado este mes (salí de una gastroenteritis y me metí en una otitis) seguramente estaré más fastidiado, o quizá por estar bajo de energía ande también bajo de defensas y se me hayan colado estos virus que, por lo general, pasan de largo por mi persona.
O quizá sí que se reflejen mis decepciones, mis frustraciones y mis añoranzas en mi manera de caminar, en el tono o las palabras que utilizo, en el lenguaje no verbal...
Sí que noto que ya no soy el mismo de hace unos años, que no me rio igual ni con tanta frecuencia, que no me alegran tanto las cosas cotidianas. No sé, yo era de los de echarse la manta a la cabeza y palante con lo que sea...
... quizá la vida que te pone copas amargas que cuanto las bebes nada sabe igual...
... quizá la juventud que se pierde y ya no anda uno con los mismos bríos...
... quizá que necesito un "cargador" como el móvil, ¿dónde me venderían uno?...
... quizá necesito un nuevo reto...
Seguiremos a la expectativa, pendiente de las oportunidades y de esa suerte que de vez en cuanto pasa a nuestro lado
Los hombres que no hablaban a los niños
Aprovechando que me han regalado y estoy empezando a hincar el diente a la celebérrima trilogía de Stieg Larsson, tomo prestado el nombre de su primera novela para parafrasear, como título de una reflexión que lleva días rondándome la cabeza.
Quizá porque dejar de fumar no solo te agudiza, o te recupera de las catacumbas, el olfato y el gusto, si no algunas cosas más, estoy últimamente más observador, incluso diría que más estupefacto con lo que me sucede alrededor.
EStos días, con el inicio de la escuela, he podido reencontrarme con muchos niños, hijos de conocidos, compañeros de mi hijo del cole. Y hay algo que me ha llamado la atención, veo muchos niños tristes.
No, no se trata de una situación puntual de fastidio por tener que ir al colegio o de irritación porque me han quitado la pelota en el parque, es una expresión en su cara cuando están pensativos o cuando están observando a los demás.
Voy a aventurarme a realizar una hipótesis, veo niños más tristes cuanta menos comunicación tienen con sus padres, cuanto más desapego muestran. Son muchas las escenas curiosas (y diría que furiosas) que he percibido estos días, padres que lanzan órdenes como cuchillos, niños que apenas responden porque no van a ser escuchados. Y sobre todo, una continua sensación de que cada vez que el niño abre la boca ya me está fastidiando.
Si os fijáis son muchos los adultos, sobre todo hombres, que no se dirigen a los niños, como si no existieran, que no los saludan, que no les hacen el más mínimo gesto que muestre que han detectado su presencia. Como voy con mis hijos a todos lados, lo constato con frecuencia.
Por mi parte, no lo comprendo. A mi me gusta bromear con ellos, preguntarles por como les va en el cole, de que equipo son, a qué les gusta jugar... quizá porque pienso que tienen el secreto de la espontaneidad y la sinceridad que nosotros, los adultos, hace tiempo que hemos olvidado entre tanta tontería. Y lo peor, estamos empezando a rodearlos de tantos valores individualistas y materialistas que cada vez les queda menos margen para sostener su inocente alegría
Un niño mirando atolondradamente una maquinita durante y horas y horas, o la tele, o lo que sea... eso sí, no molesta.. aunque en su mirada se adivine una profunda tristeza
Quizá porque dejar de fumar no solo te agudiza, o te recupera de las catacumbas, el olfato y el gusto, si no algunas cosas más, estoy últimamente más observador, incluso diría que más estupefacto con lo que me sucede alrededor.
EStos días, con el inicio de la escuela, he podido reencontrarme con muchos niños, hijos de conocidos, compañeros de mi hijo del cole. Y hay algo que me ha llamado la atención, veo muchos niños tristes.
No, no se trata de una situación puntual de fastidio por tener que ir al colegio o de irritación porque me han quitado la pelota en el parque, es una expresión en su cara cuando están pensativos o cuando están observando a los demás.
Voy a aventurarme a realizar una hipótesis, veo niños más tristes cuanta menos comunicación tienen con sus padres, cuanto más desapego muestran. Son muchas las escenas curiosas (y diría que furiosas) que he percibido estos días, padres que lanzan órdenes como cuchillos, niños que apenas responden porque no van a ser escuchados. Y sobre todo, una continua sensación de que cada vez que el niño abre la boca ya me está fastidiando.
Si os fijáis son muchos los adultos, sobre todo hombres, que no se dirigen a los niños, como si no existieran, que no los saludan, que no les hacen el más mínimo gesto que muestre que han detectado su presencia. Como voy con mis hijos a todos lados, lo constato con frecuencia.
Por mi parte, no lo comprendo. A mi me gusta bromear con ellos, preguntarles por como les va en el cole, de que equipo son, a qué les gusta jugar... quizá porque pienso que tienen el secreto de la espontaneidad y la sinceridad que nosotros, los adultos, hace tiempo que hemos olvidado entre tanta tontería. Y lo peor, estamos empezando a rodearlos de tantos valores individualistas y materialistas que cada vez les queda menos margen para sostener su inocente alegría
Un niño mirando atolondradamente una maquinita durante y horas y horas, o la tele, o lo que sea... eso sí, no molesta.. aunque en su mirada se adivine una profunda tristeza
Piensa, es gratis
Viniendo de la estación me he comprado un libro cuyo título me ha resultado interesante: "Piensa, es gratis". Y me ha gustado porque tiene artículos breves con yítulos muy sugerentes. El tipo de lectura que con poca letra te hace pensar mucho.
Apenas he empezado a rascar en las 84 ideas o principios que propone, y que son una amalgama de reflexiones en el ámbito personal y profesional. Ya os iré contando.
Me quedo por ahora con una de las primeras entradas que he leído: la suerte es el azar aprovechado.
Pienso que todos necesitamos del azar, la casualidad, lo fortuito, eso que llama conexión inesperada, y que nos aporta un algo más, nos abre espacios y posibilidades. Una cierta chispa de locura y descontrol en nuestra vidas, que de vez en cuando se nos brinda. Pero claro, para aprovechar el azar debemos estar bien dispuestos, atentos, despiertos, preparados, con fuerza, energía y vitalidad.
No sé que es antes, el huevo o la gallina; si la oportunidad o la energía para llevarla a la práctica; si, como dice en otro principio, los grandes proyectos nos despiertan, nos elevan; o bien hay que estar despierto, fuerte y preparado para comenzar la andadura en un gran proyecto.
Yo soy de los que piensa que aunque no tengas claro donde ir, ve hacia algún sitio. Aunque después tengas que desandar el camino, porque andar te carga las pilas, y estar sentado te embalsama.
Apenas he empezado a rascar en las 84 ideas o principios que propone, y que son una amalgama de reflexiones en el ámbito personal y profesional. Ya os iré contando.
Me quedo por ahora con una de las primeras entradas que he leído: la suerte es el azar aprovechado.
Pienso que todos necesitamos del azar, la casualidad, lo fortuito, eso que llama conexión inesperada, y que nos aporta un algo más, nos abre espacios y posibilidades. Una cierta chispa de locura y descontrol en nuestra vidas, que de vez en cuando se nos brinda. Pero claro, para aprovechar el azar debemos estar bien dispuestos, atentos, despiertos, preparados, con fuerza, energía y vitalidad.
No sé que es antes, el huevo o la gallina; si la oportunidad o la energía para llevarla a la práctica; si, como dice en otro principio, los grandes proyectos nos despiertan, nos elevan; o bien hay que estar despierto, fuerte y preparado para comenzar la andadura en un gran proyecto.
Yo soy de los que piensa que aunque no tengas claro donde ir, ve hacia algún sitio. Aunque después tengas que desandar el camino, porque andar te carga las pilas, y estar sentado te embalsama.
Ser emprendedor
La mayoría de las veces que he asistido a una charla de un/a emprendedor/a ha predominado el optimismo, el sentimiento de logro, el orgullo del trabajo conseguido y la visión de que aquello es una aventura excitante.
Como este optimismo es casi diría que inevitable yo siempre introducía, cuando me tocaba a mi fomentar esto de la cultura emprendedora, una transparencia sobre los riesgos de ser emprendedor. En definitiva, qué puedo perder en esto, y que no toda "aventura" acaba como en las películas de Indiana Jones.
Ahora, como emprendedor en activo, sin renunciar a estas emociones intensas de sentir que se está haciendo algo importante, puedo contraponer otras emociones no tan positivas con las que tenemos que convivir, y que por otro lado forman parte de la experiencia completa de emprender.
En primer lugar, tienes una sensación de vértigo, de vacío, de ¿y qué pasa si no lo logro? Este "miedo al fracaso" es natural, yo casi diría que necesario, quien no tiene miedo no percibe los riesgos. Pero no puedes dejar que te atenace, porque si no está estás permanentemente entre dos aguas, y si no echas toda la carne el asador el proyecto no sale.
En segundo lugar, te faltan referentes y tienes que construirlos por tí mismo. La agenda está vacía, no tienes plazos definidos mas allá de las obligaciones ya contraídas con clientes, tienes que automotivarte y autoexigirte, plantearte metas claras y posibles e ir a por ellas. ESto de la automotivación es dificil de prácticar, tenemos hábitos y formas de ser y trabajar que arrastramos y de las que tenemos que limpiarnos para poder avanzar.
En tercer lugar, en la mayoría de los casos te enfrentas a la incomprensión de tu alrededor, ¿por qué no buscar curro (como si lo que hicieras no fuera trabajo)? Esto de tener un sueldo indefinido, y echar muchas horas no se ve como una alternativa interesante al trabajo. Por supuesto, ¡mucho mejor opositar!
Por último, y quizá consecuencia de todo ello, tienes un sentimiento de soledad dificil de describir. Eres tú, con tus sueños, con tus metas, con tu esfuerzo y con tus conocimientos y capacidades.
¡Nadie dijo que las aventuras fueran fáciles! Pero que maravilloso es hacer algo que merezca la pena para nosotros, y no estar en la monotonía de quien no tiene nada que ganarse y nada por lo que pelear.
Como este optimismo es casi diría que inevitable yo siempre introducía, cuando me tocaba a mi fomentar esto de la cultura emprendedora, una transparencia sobre los riesgos de ser emprendedor. En definitiva, qué puedo perder en esto, y que no toda "aventura" acaba como en las películas de Indiana Jones.
Ahora, como emprendedor en activo, sin renunciar a estas emociones intensas de sentir que se está haciendo algo importante, puedo contraponer otras emociones no tan positivas con las que tenemos que convivir, y que por otro lado forman parte de la experiencia completa de emprender.
En primer lugar, tienes una sensación de vértigo, de vacío, de ¿y qué pasa si no lo logro? Este "miedo al fracaso" es natural, yo casi diría que necesario, quien no tiene miedo no percibe los riesgos. Pero no puedes dejar que te atenace, porque si no está estás permanentemente entre dos aguas, y si no echas toda la carne el asador el proyecto no sale.
En segundo lugar, te faltan referentes y tienes que construirlos por tí mismo. La agenda está vacía, no tienes plazos definidos mas allá de las obligaciones ya contraídas con clientes, tienes que automotivarte y autoexigirte, plantearte metas claras y posibles e ir a por ellas. ESto de la automotivación es dificil de prácticar, tenemos hábitos y formas de ser y trabajar que arrastramos y de las que tenemos que limpiarnos para poder avanzar.
En tercer lugar, en la mayoría de los casos te enfrentas a la incomprensión de tu alrededor, ¿por qué no buscar curro (como si lo que hicieras no fuera trabajo)? Esto de tener un sueldo indefinido, y echar muchas horas no se ve como una alternativa interesante al trabajo. Por supuesto, ¡mucho mejor opositar!
Por último, y quizá consecuencia de todo ello, tienes un sentimiento de soledad dificil de describir. Eres tú, con tus sueños, con tus metas, con tu esfuerzo y con tus conocimientos y capacidades.
¡Nadie dijo que las aventuras fueran fáciles! Pero que maravilloso es hacer algo que merezca la pena para nosotros, y no estar en la monotonía de quien no tiene nada que ganarse y nada por lo que pelear.
Año nuevo...
Leí por ahí que tendría más sentido que los años comenzasen después del verano. Realmente, el tiempo de vacaciones es suficiente para desconectar y para replantearte tu proyecto vital, es, además, algo a lo que ya estamos acostumbrados de nuestra infancia, ¿no comenzaba el nuevo curso y estrenábamos libros y aula después del verano?
El verano te sirve para cambiar de paisaje y de costumbres (aunque no te muevas de tu casa, todo cambia a nuestro alrededor), conocer nuevas personas, convivir más con los tuyos, leer con más serenidad, te sirve casi diría que para aburrirse un tanto.
Muchos visitan sus pueblos, otros disfrutan de la playa, o recorren regiones o países, y hay quien se queda a disfrutar de su ciudad semiabandonada.
Es, en definitiva, el momento de experiencias extraordinarias, que nos abren algo más los ojos, y nos permiten despegarnos lo suficiente de la rutina para percibirla y juzgar qué queremos mantener y qué queremos cambiar.
El verano es también el tiempo de grandes cambios y decisiones. Cuando trazamos el mapa de lo que vendrá después. Aunque creamos que no hemos pensado ni hecho nada más que vaguear, es un tiempo que nos permite procesarlo todo, colocarlo en su sitio, y en el momento más insospechado te das cuenta de la claridad con que nos viene la respuesta.
Ya está aquí este año nuevo, un curso más, nos espera el pupitre de la vida... espero que este año no toquen novatadas.
El verano te sirve para cambiar de paisaje y de costumbres (aunque no te muevas de tu casa, todo cambia a nuestro alrededor), conocer nuevas personas, convivir más con los tuyos, leer con más serenidad, te sirve casi diría que para aburrirse un tanto.
Muchos visitan sus pueblos, otros disfrutan de la playa, o recorren regiones o países, y hay quien se queda a disfrutar de su ciudad semiabandonada.
Es, en definitiva, el momento de experiencias extraordinarias, que nos abren algo más los ojos, y nos permiten despegarnos lo suficiente de la rutina para percibirla y juzgar qué queremos mantener y qué queremos cambiar.
El verano es también el tiempo de grandes cambios y decisiones. Cuando trazamos el mapa de lo que vendrá después. Aunque creamos que no hemos pensado ni hecho nada más que vaguear, es un tiempo que nos permite procesarlo todo, colocarlo en su sitio, y en el momento más insospechado te das cuenta de la claridad con que nos viene la respuesta.
Ya está aquí este año nuevo, un curso más, nos espera el pupitre de la vida... espero que este año no toquen novatadas.
El proselitismo de los otros...
Estos días ando desubicado. La vuelta de vacaciones, una gastroenteritis y una conversación que se repite como en la película del día de la marmota, tienen la culpa.
Y es que, acostumbrados todos a verme con un cigarro en los dedos, no pasa desapercibidida mi abstinencia.. así que se produce una rápida secuencia como sigue: ¿has dejado de fumar? Sí (esto con variantes, a veces es mi mujer quien saca el tema, lo contenta que está de que no sea un cenicero andante).. ¿y que tal lo llevas? Pues mal. Bueno, pasa pronto (eso lo dicen más la gente que nunca ha fumado y no ha tenido que dejarlo, lógicamente, ..) ahora lo que tienes que hacer es ponerte a régimen y perder unos kilitos.. (coño, hasta cuatro veces ya, ¿es que no es bastante lo jodido que estoy con el mono nicotínico pa que ahora tenga que dejar de comer??.. un poquito de piedad, ¿no?)
Y es que muchas veces nos gusta dar consejos gratis a los demás (que en la mayoría nosotros no seguimos, claro, pero que tenemos nuestras razones para ello, jeje).. o como yo llamo el proselitismo de los otros...
Cuando por primera vez abordé la paternidad un amigo me regaló un libro ¡Voy a ser papá!, donde con un humor inteligente y ácido te iba desgranando cada una de las etapas y paranoias del embarazo. Un capítulo me llamó poderosamente la atención: el que hablaba de la obsesión de los nuevos papas por "embarazar" a todo el mundo (aquellos que me conocen se reirán, pues no era yo pesao ni ná), y es una especie de mecanismo psicológico por lo que la alegría que sentimos queremos que lo demás también la vivan y les "animamos" a ello.
Esto pasa con los consejos, muchas veces proyectamos en los demás, metas o situaciones que nosotros no conseguimos, pero que anhelamos y reconocemos como buenas. Pero fijaos, esta misma conversación tiene también otro transfondo, y es más la mala baba de gente que, en cierto modo, te quiere seguir subrayando, sí, habrás dejado de fumar pero sigues siendo un gordo... ¿con cuál nos quedamos?
Pues seguramente dependerá de la etiqueta que tenemos previamente del emisor, lo cuál nos lleva a pensar cuántas veces ponemos una etiqueta equivocada y cuántos chascos nos llevamos... otras opciones es pensar siempre bien u otra es pensar siempre mal. Al gusto..
Yo por ahora no me lo tomo mal, porque la verdad es que estoy gordo, pues vale, es una descripción fiel de la realidad, no me molesto por ello, me gustaría tener abdominales como tabletas de chocolate, pero como no hago realmente nada por ello (tragarme las tabletas he comprobado que no da resultado), ese "me gustaría" no es nada serio. Además he comprobado que los de la mala baba les pone de los nervios que no me moleste en absoluto...
Esto sí, a ver si supero esta conversación ya, y el no fumar ya no es una novedad... y va quedando como un mal recuerdo... y de perder unos kilitos ya hablaremos que habrá que dejar algo para Año Nuevo, ¿no?
Y es que, acostumbrados todos a verme con un cigarro en los dedos, no pasa desapercibidida mi abstinencia.. así que se produce una rápida secuencia como sigue: ¿has dejado de fumar? Sí (esto con variantes, a veces es mi mujer quien saca el tema, lo contenta que está de que no sea un cenicero andante).. ¿y que tal lo llevas? Pues mal. Bueno, pasa pronto (eso lo dicen más la gente que nunca ha fumado y no ha tenido que dejarlo, lógicamente, ..) ahora lo que tienes que hacer es ponerte a régimen y perder unos kilitos.. (coño, hasta cuatro veces ya, ¿es que no es bastante lo jodido que estoy con el mono nicotínico pa que ahora tenga que dejar de comer??.. un poquito de piedad, ¿no?)
Y es que muchas veces nos gusta dar consejos gratis a los demás (que en la mayoría nosotros no seguimos, claro, pero que tenemos nuestras razones para ello, jeje).. o como yo llamo el proselitismo de los otros...
Cuando por primera vez abordé la paternidad un amigo me regaló un libro ¡Voy a ser papá!, donde con un humor inteligente y ácido te iba desgranando cada una de las etapas y paranoias del embarazo. Un capítulo me llamó poderosamente la atención: el que hablaba de la obsesión de los nuevos papas por "embarazar" a todo el mundo (aquellos que me conocen se reirán, pues no era yo pesao ni ná), y es una especie de mecanismo psicológico por lo que la alegría que sentimos queremos que lo demás también la vivan y les "animamos" a ello.
Esto pasa con los consejos, muchas veces proyectamos en los demás, metas o situaciones que nosotros no conseguimos, pero que anhelamos y reconocemos como buenas. Pero fijaos, esta misma conversación tiene también otro transfondo, y es más la mala baba de gente que, en cierto modo, te quiere seguir subrayando, sí, habrás dejado de fumar pero sigues siendo un gordo... ¿con cuál nos quedamos?
Pues seguramente dependerá de la etiqueta que tenemos previamente del emisor, lo cuál nos lleva a pensar cuántas veces ponemos una etiqueta equivocada y cuántos chascos nos llevamos... otras opciones es pensar siempre bien u otra es pensar siempre mal. Al gusto..
Yo por ahora no me lo tomo mal, porque la verdad es que estoy gordo, pues vale, es una descripción fiel de la realidad, no me molesto por ello, me gustaría tener abdominales como tabletas de chocolate, pero como no hago realmente nada por ello (tragarme las tabletas he comprobado que no da resultado), ese "me gustaría" no es nada serio. Además he comprobado que los de la mala baba les pone de los nervios que no me moleste en absoluto...
Esto sí, a ver si supero esta conversación ya, y el no fumar ya no es una novedad... y va quedando como un mal recuerdo... y de perder unos kilitos ya hablaremos que habrá que dejar algo para Año Nuevo, ¿no?
Tabaco, positivismo y vivencias
Se acabaron las vacaciones, la verdad es que se me hace un poco largo estar lejos de casa, de tu entorno conocido y cercano, de "tus cosas". Pero es necesario de vez en cuando evadirse, situarte en otro ambiente, en otra dinámica diferente..
¿Y que traigo en el zurrón de estas vacaciones?
En primer lugar, he dejado de fumar. Adiós (espero que definitivo) a la droga que me soplaba 100 Euros al mes mientras me perjudicaba los pulmones. He pasado (y todavía estoy en ello, hoy es mi noveno día sin fumar), unos días bastantes malos, nervioso, con ese gusano venenoso continuamente diciéndome "coge un cigarrito".. en fin, por ahora aguanto. Al final lo he hecho a pelo, sin parches, ni chicles de nicotina ni nada, hala... después de 15 años corta el grifo de repente... cosas que tiene ser un cabezón.
Estos días también me han servido para acometer algunas lecturas, aparte de una novela sobre una expedición fallida al polo norte de mediados del XIX y otra sobre visigodos.. he estado leyendo sobre positivismo, sobre como enfocar lo que piensas y como transmites a los demás desde el reconocimiento y las bases de lo que está bien... cosa poca frecuente, parece que estamos siempre, yo en particular, buscando el fallo a todo.
Y por último, me he metido un buen chute de playa, piscina, juegos con los niños, ratitos con Esther, con mis padres... en fin... mucho más tiempo compartido con las personas que más quieres... bueno sí, también choquitos, gambas, navajas a la plancha, patas de cangrejo... regado todo con cervecitas bien frías...
... y vale, sí, algún kilillo de más también va en el zurrón...
¿Y que traigo en el zurrón de estas vacaciones?
En primer lugar, he dejado de fumar. Adiós (espero que definitivo) a la droga que me soplaba 100 Euros al mes mientras me perjudicaba los pulmones. He pasado (y todavía estoy en ello, hoy es mi noveno día sin fumar), unos días bastantes malos, nervioso, con ese gusano venenoso continuamente diciéndome "coge un cigarrito".. en fin, por ahora aguanto. Al final lo he hecho a pelo, sin parches, ni chicles de nicotina ni nada, hala... después de 15 años corta el grifo de repente... cosas que tiene ser un cabezón.
Estos días también me han servido para acometer algunas lecturas, aparte de una novela sobre una expedición fallida al polo norte de mediados del XIX y otra sobre visigodos.. he estado leyendo sobre positivismo, sobre como enfocar lo que piensas y como transmites a los demás desde el reconocimiento y las bases de lo que está bien... cosa poca frecuente, parece que estamos siempre, yo en particular, buscando el fallo a todo.
Y por último, me he metido un buen chute de playa, piscina, juegos con los niños, ratitos con Esther, con mis padres... en fin... mucho más tiempo compartido con las personas que más quieres... bueno sí, también choquitos, gambas, navajas a la plancha, patas de cangrejo... regado todo con cervecitas bien frías...
... y vale, sí, algún kilillo de más también va en el zurrón...
Nada como una jodida profecía
Hacer unos días escribía sobre la levedad de esta vida que tenemos, y la necesidad de reflexionar bien qué es lo que se quiere e ir a por ello, eliminando una serie de barreras mentales con las que autolimitamos nuestra libertad.
Ayer por la mañana me fui tranquilamente a mi trabajo, dando un paseito mañanero, y un par de horas después estaba en una camilla con dos enfermeras y un médico encima, poniéndome electrodos para hacerme un electrocardiograma, con depilación gratuita incluida. Afortunadamente no ha sido nada, un vahido por el tremendo calor que hace en la oficina, donde se mezcla falta de sueño, la ansiedad por la fechas, etc. etc.
Como en los toros, me lo tomo como un primer aviso, todo me llama a tomarme un buen descanso, que ha sido un semestre muy denso.
Me voy con los pishas pa cai... hasta septiembre
Ayer por la mañana me fui tranquilamente a mi trabajo, dando un paseito mañanero, y un par de horas después estaba en una camilla con dos enfermeras y un médico encima, poniéndome electrodos para hacerme un electrocardiograma, con depilación gratuita incluida. Afortunadamente no ha sido nada, un vahido por el tremendo calor que hace en la oficina, donde se mezcla falta de sueño, la ansiedad por la fechas, etc. etc.
Como en los toros, me lo tomo como un primer aviso, todo me llama a tomarme un buen descanso, que ha sido un semestre muy denso.
Me voy con los pishas pa cai... hasta septiembre
La muerte
El lunes hace ya cuatro años que vino la muerte a visitarme. Ajeno a ella, apenas había tocado mi micromundo. Sí, habían fallecido mis abuelos, pero eso, aunque doloroso, uno lo racionaliza porque forma parte de la vida, porque los ves agotándose y en cierto modo es una liberación cuando eres consciente de que el tiempo y la vejez les había agotado.
Pero el 27 de julio de 2005 todo cambió. Y de ello vinieron después la necesidad de cambio, las crisis de ansiedad, los pensamientos tristes y las noches en vela. La poderosa e inevitable muerte que ha creado religiones, que ha acabado con genios y tiranos, con pobres y ricos, llamó a mi puerta.
Ese día uno empieza a darse cuenta lo poco que valemos, lo poco que somos, lo insignificante y pasajera que es nuestra vida. Que todos vamos a acabar en algún momento, que la vida está para vivirla, que hay que espabilar porque esto se acaba el día menos pensado.
Aún me cuesta sonreir, la vida es más gris desde que se fue mi niña. Hay que seguir, aunque de vez en cuanto te venzan, como ahora, las lágrimas.
Pero el 27 de julio de 2005 todo cambió. Y de ello vinieron después la necesidad de cambio, las crisis de ansiedad, los pensamientos tristes y las noches en vela. La poderosa e inevitable muerte que ha creado religiones, que ha acabado con genios y tiranos, con pobres y ricos, llamó a mi puerta.
Ese día uno empieza a darse cuenta lo poco que valemos, lo poco que somos, lo insignificante y pasajera que es nuestra vida. Que todos vamos a acabar en algún momento, que la vida está para vivirla, que hay que espabilar porque esto se acaba el día menos pensado.
Aún me cuesta sonreir, la vida es más gris desde que se fue mi niña. Hay que seguir, aunque de vez en cuanto te venzan, como ahora, las lágrimas.
¿Y por qué no?
Entre las leyendas urbanas que corrían, no sé ahora, en mi época de estudiante, hay una que me hace mucha gracia. En un examen de selectividad de filosofía una de las preguntas decía simplemente ¿Por qué? A lo que una alumna avezada respondió ¿Y por qué no? Y la historieta termina poniéndole un 10 en el examen.
Hoy le estoy dando vueltas a ese ¿y por qué no?. Muchas veces autolimitamos nuestra libertad personal con todo un conjunto de argumentos racionales-emocionales-proyectivos (si hago esto va a pasar esto otro) que solamente hablan bien de nuestra prolija imaginación.
No llamo a fulanito porque lo mismo no quiere hablar conmigo... o quizá sí, ¿y por eso no lo vas a llamar? No pido tal cosa porque seguramente me van a decir que no, ¿y qué tienes que perder? No hago tal cosa porque seguro que no funcionaría, ¿seguro, cuánto tiempo le has dedicado a pensarlo?
Y no digo todo esto en tercera persona, a mi me pasa en inumerables ocasiones.
Estos días, mientras estaba imbuido en contabilidades e impuestos de sociedades (que vaya sprint que llevo, aunque acaba el lunes ya lo tengo todo finiquitado. Se nota que ya tengo más tiempo, ¿eh?), he estado pensando en ello.
Hay cosas que me apetece mucho hacer, quiero compartir con determinadas personas algún proyecto o iniciativa, quiero iniciar un proyecto empresarial que está hablado pero que no acabamos de concretar en fechas, quiero terminar un libro que si todo va bien saldrá a la luz en navidades (espero), quiero retomar mis estudios de psicología.. Y no es Año Nuevo, pero siento que cada día estoy mejor de lo mio, y que tengo ganas de coger el toro por los cuernos.
Pero sobre todo, quiero recuperar personas e ideas que están ahí, que son (al menos para mí) muy interesantes y motivadoras. Y por mi parte no quedará... En cambio hay otra gente de la que hace tiempo no sé nada (precisamente por eso del ¿y si...?), y que sinceramente me apetece volver a tener una cercanía, con el plus de una historia compartida, de un conocimiento y reconocimiento mutuo.
¿Y por qué no? En esta vida encontrar personas que valgan la pena no es tan fácil...
y yo he tenido la suerte de encontrar un puñado de ellas..
Es mucho peor arrepentirse por lo que no se ha hecho, que equivocarse. Contemplar la vida no es lo mismo que vivirla...
Eso sí, después del mes de agosto que aquí el menda se va a la playita huyendo de este calor insoportable de mi Córdoba.. ¿y no haré nada? Bueno, lo confieso, me llevaré mi portatil y ya tengo un par de cosas en mente, jeje
Hoy le estoy dando vueltas a ese ¿y por qué no?. Muchas veces autolimitamos nuestra libertad personal con todo un conjunto de argumentos racionales-emocionales-proyectivos (si hago esto va a pasar esto otro) que solamente hablan bien de nuestra prolija imaginación.
No llamo a fulanito porque lo mismo no quiere hablar conmigo... o quizá sí, ¿y por eso no lo vas a llamar? No pido tal cosa porque seguramente me van a decir que no, ¿y qué tienes que perder? No hago tal cosa porque seguro que no funcionaría, ¿seguro, cuánto tiempo le has dedicado a pensarlo?
Y no digo todo esto en tercera persona, a mi me pasa en inumerables ocasiones.
Estos días, mientras estaba imbuido en contabilidades e impuestos de sociedades (que vaya sprint que llevo, aunque acaba el lunes ya lo tengo todo finiquitado. Se nota que ya tengo más tiempo, ¿eh?), he estado pensando en ello.
Hay cosas que me apetece mucho hacer, quiero compartir con determinadas personas algún proyecto o iniciativa, quiero iniciar un proyecto empresarial que está hablado pero que no acabamos de concretar en fechas, quiero terminar un libro que si todo va bien saldrá a la luz en navidades (espero), quiero retomar mis estudios de psicología.. Y no es Año Nuevo, pero siento que cada día estoy mejor de lo mio, y que tengo ganas de coger el toro por los cuernos.
Pero sobre todo, quiero recuperar personas e ideas que están ahí, que son (al menos para mí) muy interesantes y motivadoras. Y por mi parte no quedará... En cambio hay otra gente de la que hace tiempo no sé nada (precisamente por eso del ¿y si...?), y que sinceramente me apetece volver a tener una cercanía, con el plus de una historia compartida, de un conocimiento y reconocimiento mutuo.
¿Y por qué no? En esta vida encontrar personas que valgan la pena no es tan fácil...
y yo he tenido la suerte de encontrar un puñado de ellas..
Es mucho peor arrepentirse por lo que no se ha hecho, que equivocarse. Contemplar la vida no es lo mismo que vivirla...
Eso sí, después del mes de agosto que aquí el menda se va a la playita huyendo de este calor insoportable de mi Córdoba.. ¿y no haré nada? Bueno, lo confieso, me llevaré mi portatil y ya tengo un par de cosas en mente, jeje
Salir de la parálisis, reflexiones sobre la crisis
Esto de la crisis tiene a todo el mundo en parálisis o, mejor dicho, con miedo a gastar (está subiendo la tasa de ahorro) ante las expectativas negativas sobre el futuro (ya me lo decía uno de mis profesores de empresariales, al final la economía funciona por cuestiones psicológicas), los bancos tampoco prestan, pues temen un futuro con mayores impagos; y las empresas no invierten porque temen que la crisis caiga sobre su sector, si no ha caído ya, o bien porque no pueden porque no tienen líquidez, precisamente por lo anteriormente mencionado de las entidades financieras.
No somos conscientes de que esto no hará más que agravar las cosas, convirtiendo todo ello en profecías de autocumplimiento; y que aunque nos parezca que no nos afecta a todos nos acabará alcanzando, bien porque tendremos menos servicios de educación, sanidad, etc., bien porque se congelarán salarios, bien porque habrá que replantearse las pensiones o la edad de jubilación (ya se está hablando de los 70 añazos). Decisiones individuales y empresariales tienen a largo plazo, consecuencias para todos.
Y esto es así porque no somos una sociedad emprendedora, y el miedo puede más que la aventura, y el ser funcionario es el sueño de todos.
De hecho, a pesar la crisis, ¿qué medidas ha propuesto el Gobierno para incentivar la creación de empresas y empleo? CERO. Dinero para subvencionar obra pública, dinero para subvencionar más paro, dinero para subvencionar sectores en crisis... y poco más.. de crear empleo nada de nada, y así nos va.
¿Podemos hacer nosotros algo? Emprendemos, generemos aunque estemos en desempleo pequeñas iniciativas de autoemprendimiento, generemos actividad y empleo, aunque sea poco, aunque no sea casi nada...
Un ejemplo, este año las Escuelas de Verano que montamos han estado regular, tirando a regular-mal, vamos a sacar un beneficio más bien escaso; pero yo no estoy desanimado, más bien: 1. Estamos ofreciendo un servicio a la comunidad educativa y al barrio que necesitan muchas familias; 2. Estamos generando empleo aún temporal, es tiempo efectivo de trabajo; y ello provoca dos consecuencias adicionales: generamos impuestos que ayudan a sostener todos los servicios e inversiones públicas y la retribución de salarios permite a los trabajadores tener más poder adquisitivo, que a su vez sirve para comprar otras cosas, que igualmente genera más empleo y más poder adquisitivo en otras personas... en una rueda positiva de actividad y empleo.
No lamentes en tu casa que no tienes trabajo.. ¿qué sabes hacer? ¿qué puedes ofrecer?
No somos conscientes de que esto no hará más que agravar las cosas, convirtiendo todo ello en profecías de autocumplimiento; y que aunque nos parezca que no nos afecta a todos nos acabará alcanzando, bien porque tendremos menos servicios de educación, sanidad, etc., bien porque se congelarán salarios, bien porque habrá que replantearse las pensiones o la edad de jubilación (ya se está hablando de los 70 añazos). Decisiones individuales y empresariales tienen a largo plazo, consecuencias para todos.
Y esto es así porque no somos una sociedad emprendedora, y el miedo puede más que la aventura, y el ser funcionario es el sueño de todos.
De hecho, a pesar la crisis, ¿qué medidas ha propuesto el Gobierno para incentivar la creación de empresas y empleo? CERO. Dinero para subvencionar obra pública, dinero para subvencionar más paro, dinero para subvencionar sectores en crisis... y poco más.. de crear empleo nada de nada, y así nos va.
¿Podemos hacer nosotros algo? Emprendemos, generemos aunque estemos en desempleo pequeñas iniciativas de autoemprendimiento, generemos actividad y empleo, aunque sea poco, aunque no sea casi nada...
Un ejemplo, este año las Escuelas de Verano que montamos han estado regular, tirando a regular-mal, vamos a sacar un beneficio más bien escaso; pero yo no estoy desanimado, más bien: 1. Estamos ofreciendo un servicio a la comunidad educativa y al barrio que necesitan muchas familias; 2. Estamos generando empleo aún temporal, es tiempo efectivo de trabajo; y ello provoca dos consecuencias adicionales: generamos impuestos que ayudan a sostener todos los servicios e inversiones públicas y la retribución de salarios permite a los trabajadores tener más poder adquisitivo, que a su vez sirve para comprar otras cosas, que igualmente genera más empleo y más poder adquisitivo en otras personas... en una rueda positiva de actividad y empleo.
No lamentes en tu casa que no tienes trabajo.. ¿qué sabes hacer? ¿qué puedes ofrecer?
Sobre el capitalismo...
Estos días ando leyendo Manhattan Transfer, uno novela sobre el Nueva York de principios del siglo XX y paradigma del capitalismo. He leído mucho, al hilo de las situaciones de la novela, sobre el cambio que se produjo en lo que llamamos revolución industrial.
De una sociedad más agraria, pegada a la tierra, pasamos a las urbes, a los barrios miserables y el trabajo en las fábricas, al taylorismo.. en una travesía del desierto, que tenemos que reconocer, nos ha llevado a una parte de este mundo a un estado de educación, salud, alimentación y en definitiva bienestar impensable en siglos precedentes. Muchos cadáveres quedaron en el camino en nombre de este progreso y muchos más los que seguimos dejando, porque para que unos vivamos bien, otros se siguen muriendo de hambre y de enfermedades ya superadas por aquí (esto que se llama eufemísticamente subdesarrollo).
Podríamos poner muchos peros a este capitalismo, pero hay una reflexión que me ha resultado contundente: después de todo este progreso, somos más infelices.
Vivimos estresados, enfadados, con prisas, sin tiempo para nada, con unos hijos a los que educamos como podemos y que no disfrutamos todo lo que deberíamos, sorprendentemente a pesar de nuestra mejor educación, de nuestra maravillosa lavadora, el frigorífico, nuestra ya imprescindible televisión... ni todos los adelantos del mundo, nos sirven de consuelo.
Ni el internet, ni las redes sociales, ni el facebook, ni los blogs sustituyen el vacío de la soledad de la anónima ciudad, la cada vez más nuclear y distante familia, la falta de amigos, de estos de los de verdad que no te fallarán en la vida.
Cuanto más tenemos, menos valor le damos, y cuanto menos valor sentimos más queremos tener para hallar una solución al vacío. Así, hasta se habla de problemas psicólogicos relacionados con la compra impulsiva, con un efímero entusiasmo que se apaga conforme la tarjeta hace titilar la máquina registradora.
Quizá estamos en el momento, cuando vemos que la crisis es como un tsunami que se lo va a llevar todo por delante (lo peor está por llegar, no hagan caso de las chuflas que nos quieren vender), de comenzar a pensar en los valores, en dar más que tener, en ser más que parecer, en estar más que observar.
Pero, ¿Cuál es la alternativa? Del comunismo mejor no hablamos, que como solución ya tuvo su crisis y su fracaso estrepitoso.. y de la religión institucionalizada, esa que llama a los feligreses rebaño y a los que mandan pastores (que analogía más certera), mejor tampoco.
Quizá sea la hora de que todo este movimiento ciudadano, donde se mezcla el compromiso social, el respeto al medio ambiente, una manera diferente de comerciar, donde no hay diferencias de género, donde se repeta al diferente y se acepta su cultura... quizá sea la hora... habrá que comenzar a desempolvar y revisar seriamente la Carta de los Derechos Humanos.. y a partir de ahí seguimos hablando.
Otro mundo es posible, yo ya diría, que otro mundo es imprescindible. Este nos hace a todos infelices.
De una sociedad más agraria, pegada a la tierra, pasamos a las urbes, a los barrios miserables y el trabajo en las fábricas, al taylorismo.. en una travesía del desierto, que tenemos que reconocer, nos ha llevado a una parte de este mundo a un estado de educación, salud, alimentación y en definitiva bienestar impensable en siglos precedentes. Muchos cadáveres quedaron en el camino en nombre de este progreso y muchos más los que seguimos dejando, porque para que unos vivamos bien, otros se siguen muriendo de hambre y de enfermedades ya superadas por aquí (esto que se llama eufemísticamente subdesarrollo).
Podríamos poner muchos peros a este capitalismo, pero hay una reflexión que me ha resultado contundente: después de todo este progreso, somos más infelices.
Vivimos estresados, enfadados, con prisas, sin tiempo para nada, con unos hijos a los que educamos como podemos y que no disfrutamos todo lo que deberíamos, sorprendentemente a pesar de nuestra mejor educación, de nuestra maravillosa lavadora, el frigorífico, nuestra ya imprescindible televisión... ni todos los adelantos del mundo, nos sirven de consuelo.
Ni el internet, ni las redes sociales, ni el facebook, ni los blogs sustituyen el vacío de la soledad de la anónima ciudad, la cada vez más nuclear y distante familia, la falta de amigos, de estos de los de verdad que no te fallarán en la vida.
Cuanto más tenemos, menos valor le damos, y cuanto menos valor sentimos más queremos tener para hallar una solución al vacío. Así, hasta se habla de problemas psicólogicos relacionados con la compra impulsiva, con un efímero entusiasmo que se apaga conforme la tarjeta hace titilar la máquina registradora.
Quizá estamos en el momento, cuando vemos que la crisis es como un tsunami que se lo va a llevar todo por delante (lo peor está por llegar, no hagan caso de las chuflas que nos quieren vender), de comenzar a pensar en los valores, en dar más que tener, en ser más que parecer, en estar más que observar.
Pero, ¿Cuál es la alternativa? Del comunismo mejor no hablamos, que como solución ya tuvo su crisis y su fracaso estrepitoso.. y de la religión institucionalizada, esa que llama a los feligreses rebaño y a los que mandan pastores (que analogía más certera), mejor tampoco.
Quizá sea la hora de que todo este movimiento ciudadano, donde se mezcla el compromiso social, el respeto al medio ambiente, una manera diferente de comerciar, donde no hay diferencias de género, donde se repeta al diferente y se acepta su cultura... quizá sea la hora... habrá que comenzar a desempolvar y revisar seriamente la Carta de los Derechos Humanos.. y a partir de ahí seguimos hablando.
Otro mundo es posible, yo ya diría, que otro mundo es imprescindible. Este nos hace a todos infelices.
El muñeco vudú y otros "amigos"
Esta foto es un regalo de la gente de Aosla, en concreto de Ruth, que con mucha gracia me retrata por mis retrasillos en los plazos de la entrega de los contenidos del curso que estamos realizando conjuntamente.
He oído por ahí, mi madre decía cuando era pequeño que se lo decía un pajarito y yo un poco tontorrón me lo creía, que tengo lectores ansiosos esperando que escriba algo sobre asociaciones a las que estuve ligado en el pasado. Pues, como se dice, pueden esperar sentados, ni me interesa hurgar en heridas ni ocuparme de situaciones ya irreversibles, donde tenía que hablar ya hablé y lo que tenía que decir ya quedó dicho.
Eso sí, me resulta curioso que personas enconadas conmigo en el pasado fruto del debate bronco, y por qué no decirlo, de la lucha de poder, ahora pidan disculpas cuando el daño ya está hecho. Bueno, rectificar es de sabios, pero eso no consuela a las víctimas. Espero que, al menos, les sirva de aprendizaje en la vida.
Y es que eso de ser pitoniso nunca me fue bien, siempre me he sentido como Casandra que aunque preconizó el desastre y la caída de Troya, no la creyeron. Y después, saqueada la ciudad y destruida sus murallas, el reconocimiento de "tenías razón" lo único que te proporciona es un escaso consuelo.
Como los hechos son tozudos, paulatinamente irán poniendo a cada uno en su sitio, con lo que mejor dedicarme a otras reflexiones más interesantes.
Todo ello, me lleva a pensar y diferenciar entre dos tipos de personas, las que se vanaglorian de tener muchos enemigos, y los tienen como referentes, como acicate para hacer, avanzar, y en definitiva, como en cualquier juego, ganar; pero no de cualquier manera, si no machacando. Todos los hemos visto de pequeños, seres huraños que no saben perder pero tampoco ganar, que se ríen de los demás pero no con ellos, que quieren ser los mejores pero no para superarse a sí mismos, si no para humillar a otros. Solo así se sienten algo o alguien en comparación con otros, no por sí mismos.
Y aquellos otros que se enorgullecen de tener amigos, personas con las que compartir, con las que aprender, con las que reirse, o con las que simplemente sentirse cercano, a gusto y protegido.
Quizá sea la diferencia entre el depredador y la manada, entre el ser profundamente solitario y la tribu, porque aquellos que así actúan siempre ven en el otro un rival, un enemigo en potencia, alguien de quien servirse o a quien destruir. Otra característica de estas personas es la envidia, siempre quieren ser lo que son otros, siempre quieren tener lo que tienen otros. Ese incorformismo debe ser algo agónico, porque al final del camino no hay nada, mejor dicho, no hay nadie. Solo la indiferencia y un rastro de cadáveres y trofeos vacuos.
No hace mucho una persona que conozco me dijo, "es que te buscar unos enemigos muy chungos", con un cierto tono como de que ¡que guay!... yo le contesté, ni me los busqué, ni los quiero, ni yo los considero enemigos... eso sí, estas personas cuanto más lejos mejor, seguro que hay otros a los que les gusta su juego.
Yo por mi parte, prefiero dedicarme a disfrutar de la vida y ser feliz, con lo que soy y con lo que tengo, sabiendo que todo lo que haga lo haré entre amigos, desde la confianza y desde la lealtad.
Dear Mr. President
Una amiga me manda esta canción para que circule por la red y nos haga pensar un poquito
Sin más palabras... para todos los presidentes autoritarios de este mundo que creen que el fin justifica los medios y que el dolor ajeno les importa un pimiento...
Sin más palabras... para todos los presidentes autoritarios de este mundo que creen que el fin justifica los medios y que el dolor ajeno les importa un pimiento...
El rumbo
Hace unos años, buscando un consuelo imposible, cayó en mis manos un libro de Jorge Bucay, hablaba sobre la pérdida, sobre el duelo, como transitar y sopreponerse ante la muerte. Tengo que deciros, francamente, que no me sirvió de nada. No hay palabras, ni ideas, ni pensamientos que oculten o mitiguen las imágenes, los recuerdos y sobre todo, la ausencia. Solo el tiempo te hace la vida soportable, aunque de vez en cuando se te salten las lágrimas por las cosas más inesperadas.
Así que dejé el libro y olvidé el autor, hasta que hace un par de meses me lo volví a encontrar en la estantería de una librería. Esta vez con un título más acogedor: "El camino de la felicidad".
Yo no creo que la felicidad tenga un camino, ni que exista realmente más allá de momentos puntuales. Para mi la vida son una mayoría de momentos moderadamente felices o infelices, unos pocos que realmente te llenan el espíritu y otros pocos de tremenda infelicidad, y no hay más. Mi objetivo es vivir en la moderada felicidad en la medida de lo posible.
En todo caso me compré el libro, porque ojeando las primeras páginas me gustó el estilo directo, la comunicación sencilla y profunda que me ofrecía. Lo primero que nos dice: no existe un camino a la felicidad, existe tu camino a la felicidad, ¿tienes un rumbo?
Y me llevé el libro en la mochila mientras de camino a casa iba dándole vueltas a la idea, ¿tengo un rumbo? ¿o camino errático ante elecciones inmediatas y el miedo a lo desconocido? ¿Por qué hago lo que hago y no otra cosa?
Muchas personas de mi entorno me dicen que me como demasiado la cabeza, pero yo no entiendo la vida sin reflexión, dejándote llevar por la inercia de lo que viene, como un barco abandonado al viento, yo quiero tener en mis manos el timón, aunque me estrelle contra las rocas.
Como mi capacidad es limitada, y un tanto subjetiva, suelo a acudir a unos pocos amigos que ante una cerveza escuchan mis pensamientos y, muchas veces, me rompen los esquemas y me ayudan a salir de círculos viciosos.
Uno de ellos me dijo, pues claro, conozco a poca gente que tenga las ideas tan claras como tú, llevas siguiendo los mismos pasos desde que te conozco hace más de 10años, tú eres un emprendedor.
Me quedé atónito, no me hubiera yo definido así de ninguna manera, veo a los emprendedores como intrépidos aventureros con geniales ideas y tremendo empuje, y yo no creo estar en este registro, más bien soy un mar de dudas permanentes que otra cosa, que va tocando teclas conforme le llaman la atención.
En fin, el libro sigue contándome recetas, ideas y propuestas, pero mi cabeza se va a otra parte, quizá necesite primero saber quien soy, o quizá no, mejor construir mientras sigo mi rumbo. Seguiré pensando en ello.
Así que dejé el libro y olvidé el autor, hasta que hace un par de meses me lo volví a encontrar en la estantería de una librería. Esta vez con un título más acogedor: "El camino de la felicidad".
Yo no creo que la felicidad tenga un camino, ni que exista realmente más allá de momentos puntuales. Para mi la vida son una mayoría de momentos moderadamente felices o infelices, unos pocos que realmente te llenan el espíritu y otros pocos de tremenda infelicidad, y no hay más. Mi objetivo es vivir en la moderada felicidad en la medida de lo posible.
En todo caso me compré el libro, porque ojeando las primeras páginas me gustó el estilo directo, la comunicación sencilla y profunda que me ofrecía. Lo primero que nos dice: no existe un camino a la felicidad, existe tu camino a la felicidad, ¿tienes un rumbo?
Y me llevé el libro en la mochila mientras de camino a casa iba dándole vueltas a la idea, ¿tengo un rumbo? ¿o camino errático ante elecciones inmediatas y el miedo a lo desconocido? ¿Por qué hago lo que hago y no otra cosa?
Muchas personas de mi entorno me dicen que me como demasiado la cabeza, pero yo no entiendo la vida sin reflexión, dejándote llevar por la inercia de lo que viene, como un barco abandonado al viento, yo quiero tener en mis manos el timón, aunque me estrelle contra las rocas.
Como mi capacidad es limitada, y un tanto subjetiva, suelo a acudir a unos pocos amigos que ante una cerveza escuchan mis pensamientos y, muchas veces, me rompen los esquemas y me ayudan a salir de círculos viciosos.
Uno de ellos me dijo, pues claro, conozco a poca gente que tenga las ideas tan claras como tú, llevas siguiendo los mismos pasos desde que te conozco hace más de 10años, tú eres un emprendedor.
Me quedé atónito, no me hubiera yo definido así de ninguna manera, veo a los emprendedores como intrépidos aventureros con geniales ideas y tremendo empuje, y yo no creo estar en este registro, más bien soy un mar de dudas permanentes que otra cosa, que va tocando teclas conforme le llaman la atención.
En fin, el libro sigue contándome recetas, ideas y propuestas, pero mi cabeza se va a otra parte, quizá necesite primero saber quien soy, o quizá no, mejor construir mientras sigo mi rumbo. Seguiré pensando en ello.
Como reyes...
Si paseamos por cualquier supermercado, o por una plaza de mercado y observamos con atención, veremos una extraordinaria variedad de frutas, hortalizas, carnes y pescados accesible para la gran mayoría de la ciudadanía. No nos extraña, ya lo sé, pero esta variedad y calidad está muy por encima de las posibilidades que tenían los reyes del medievo, e incluso me atrevo a decir, nuestro rey Alfonso XIII de principios del siglo XX.
Los avances científicos y las mejoras en la agricultura, los mejores sistemas de transporte y distribución nos aportan una "posibilidad" de alcanzar un nivel de vida alimenticio extraordinario.
Y digo "posibilidad" porque suele pasar que cuando lo tenemos todo acabamos no valorando nada. Aún recuerdo a mi abuelo "rebañando" los platos y comiéndose hasta la última miga de pan, pero claro, el pasó en los 40, como una toda generación lo que significa el hambre, la escasez de casi todo, las ya casi olvidadas cartillas de racionamiento.
Esto me lleva a varias reflexiones, ahora cada vez generamos más basura, tiramos comida y no se nos pasa por la cabeza ni por un segundo que hay otro mundo que se muere de hambre, que no vive en la opulencia como nosotros. Y encima esta basura, junto con otras barbaridades que perpetramos en el planeta para mantener nuestro nivel de vida de reyes, está perjudicando seriamente el planeta (pero bueno, como por ahora pagan estos pobres que yo tenían para comer, sigamos a lo nuestro)
Y en un segundo aspecto, como no lo valoramos, ahora por aquí en vez de disfrutar de esta extraordinaria riqueza y variedad de alimentos, cada vez comemos peor. El sábado en el Mercadona esperaba con mi hijo en la cola y observé la compra de una familia delante con sus dos hijos: cuatro tipos de galletas, dos tipos de helados, sopa instantánea, pizzas preparadas y un largo etc. de cosas que podríamos llamar con justicia "comida basura", atiborrada de grasas saturadas y productos químicos varios, muy perjudiciales a largo plazo para nuestro organismo, que genera obesidad y una subalimentación de vitaminas, hierro, potasio, calcio y un largo etc.
Escuchaba en la radio hace dos semanas una iniciativa ciudadana para concienciar en los colegios a las familias para conseguir una alimentación sana, dieta mediterránea y menos fritos, fruta y menos bollería industrial.
Es para preguntarse seriamente en que tipo de sociedad vivimos y si estamos todos infectados por un virus de estupidez. En cualquier mercado ahora mismo se pueden encontrar cerezas, albarillos, albaricoques, melocotones, melones, manzanas, peras, sandías, etc. ¿es que hay que convencer a la gente para que disfrute de estos privilegiados dones y deje de atiborrarse de porquería grasientas y prefabricadas? Inaudito, pero la respuesta es que sí, claramente, la obesidad infantil es nuestro indicador más claro.
Y además, cada vez cocinamos menos, la cultura culinaria familiar se pierde irremisiblemente, ¿cuántas casas incluyen en su dieta alcachofas, acelgas, espinacas, calabacín...? Y ciudado, en una época con un extraordinario acceso a la información, ahora mismo metéis en google cocinar espinacas y os saldrán seguro 300 recetas interesantes.
Pero no está todo perdido, afortunadamente hay muchas voces, muchas iniciativas, muchas personas empeñadas en cambiar este mundo... en la lucha contra la pobreza, en la conciencia ecológica, en un comercio justo, en fomentar los productos ecológicos, la alimentación sana... en muchas cosas es recuperar el sentido común que perdimos hace mucho tiempo...
Eso sí, tenemos que ser receptivos, ser más ciudadanos para ser más libres. Por ahora, negocio y marketing 10 - Ciudadanía 0.. pero como el Alcoyano, vamos a remontar esto, dennos más tiempo y ya verán
Los avances científicos y las mejoras en la agricultura, los mejores sistemas de transporte y distribución nos aportan una "posibilidad" de alcanzar un nivel de vida alimenticio extraordinario.
Y digo "posibilidad" porque suele pasar que cuando lo tenemos todo acabamos no valorando nada. Aún recuerdo a mi abuelo "rebañando" los platos y comiéndose hasta la última miga de pan, pero claro, el pasó en los 40, como una toda generación lo que significa el hambre, la escasez de casi todo, las ya casi olvidadas cartillas de racionamiento.
Esto me lleva a varias reflexiones, ahora cada vez generamos más basura, tiramos comida y no se nos pasa por la cabeza ni por un segundo que hay otro mundo que se muere de hambre, que no vive en la opulencia como nosotros. Y encima esta basura, junto con otras barbaridades que perpetramos en el planeta para mantener nuestro nivel de vida de reyes, está perjudicando seriamente el planeta (pero bueno, como por ahora pagan estos pobres que yo tenían para comer, sigamos a lo nuestro)
Y en un segundo aspecto, como no lo valoramos, ahora por aquí en vez de disfrutar de esta extraordinaria riqueza y variedad de alimentos, cada vez comemos peor. El sábado en el Mercadona esperaba con mi hijo en la cola y observé la compra de una familia delante con sus dos hijos: cuatro tipos de galletas, dos tipos de helados, sopa instantánea, pizzas preparadas y un largo etc. de cosas que podríamos llamar con justicia "comida basura", atiborrada de grasas saturadas y productos químicos varios, muy perjudiciales a largo plazo para nuestro organismo, que genera obesidad y una subalimentación de vitaminas, hierro, potasio, calcio y un largo etc.
Escuchaba en la radio hace dos semanas una iniciativa ciudadana para concienciar en los colegios a las familias para conseguir una alimentación sana, dieta mediterránea y menos fritos, fruta y menos bollería industrial.
Es para preguntarse seriamente en que tipo de sociedad vivimos y si estamos todos infectados por un virus de estupidez. En cualquier mercado ahora mismo se pueden encontrar cerezas, albarillos, albaricoques, melocotones, melones, manzanas, peras, sandías, etc. ¿es que hay que convencer a la gente para que disfrute de estos privilegiados dones y deje de atiborrarse de porquería grasientas y prefabricadas? Inaudito, pero la respuesta es que sí, claramente, la obesidad infantil es nuestro indicador más claro.
Y además, cada vez cocinamos menos, la cultura culinaria familiar se pierde irremisiblemente, ¿cuántas casas incluyen en su dieta alcachofas, acelgas, espinacas, calabacín...? Y ciudado, en una época con un extraordinario acceso a la información, ahora mismo metéis en google cocinar espinacas y os saldrán seguro 300 recetas interesantes.
Pero no está todo perdido, afortunadamente hay muchas voces, muchas iniciativas, muchas personas empeñadas en cambiar este mundo... en la lucha contra la pobreza, en la conciencia ecológica, en un comercio justo, en fomentar los productos ecológicos, la alimentación sana... en muchas cosas es recuperar el sentido común que perdimos hace mucho tiempo...
Eso sí, tenemos que ser receptivos, ser más ciudadanos para ser más libres. Por ahora, negocio y marketing 10 - Ciudadanía 0.. pero como el Alcoyano, vamos a remontar esto, dennos más tiempo y ya verán
1.000 horas
Me impactó una frase que escuché del genial Eduard Punset, que publica libro "Por qué somos como somos" que seguramente caerá la semana que viene, donde decía que "puedes ser un genio, pero sin 1.000 horas de trabajo no consigues nada".
Quizá porque tocó una tecla personal, la de la inconstancia y la de "más vale ciento volando que pájaro en mano"... en la política de la última hora, y en estar siempre tocando muchas teclas, que es lo que me gusta. Yo siempre digo que me construyo los circos de 5 pistas o el malabarismo de tener muchas pelotas en el aire a la vez, pero claro, esto me resta esfuerzos y posibilidades para centrarme realmente en algo a fondo.
Aparte de mi traducción personal, esta reflexión me hizo pensar en la experiencia de mi mujer en la ESO. Me cuenta cosas realmente preocupantes en un sistema educativo con una tasa de fracaso escolar tremenda, a pesar de que los contenidos, las materias y las exigencias han disminuido considerablemente desde mi época.
Constancia, compromiso, disciplina, motivación de logro son cosas que suenan a chino allí, los derechos son infinitos y las obligaciones reconocibles ninguna. No comprenden lo que significan porque lo tienen todo sin ganarse nada, porque no viven las consecuencias de sus actos.
Es normal que estos chavales tengan una falta de visión a largo plazo, a mi edad estaba igual de "empanao", pero para eso están los padres. Pero claro, son muchos los que en el colegio dicen, "es que ya no puedo con mi hijo/a, hace lo que quiere".
Esto, y una falta de respecto manifiesta, de interés por nada, de apatía vital es la herencia que estamos labrando para esta generación. Pero no es culpa suya, si exiges menos, si no apoyas a los profesores, si no reconoces el mérito, si no tiene consecuencias hacerlo mal y vale lo mismo que hacerlo bien... el resultado de esta ecuación está claro.
Un amigo mío me decía, a ver, si yo te doy un sueldo por no ir a trabajar o ir para no hacer nada o casi nada; o lo mismo por hacerlo 10 horas/diarias con objetivos exigentes, ¿tú que harías? Pues esa es la realidad de la adolescencia actual y de un sistema educativo fracasado (y ya de paso, de la función pública, donde tengo muchos amigos que están muy desmotivados precisamente por estas mismas cosas, pero esto tocará otro día).
Por eso cualquier programa de lucha contra el fracaso escolar lo tiene muy dificil, porque ¿cuál es la solución?, ¿bajar más el nivel? ¿luchar contracorriente intentando inculcar valores que ni el sistema ni las familias alientan y apoyan? Un enorme reto, porque no perdamos de vista que detrás de esta generación hay potenciales científicos brillantes, escritores de calidad, músicos virtuosos, extraordinario emprendedores, magníficos profesores, deportistas de élite, políticos capaces.. etc. en definitiva, el mismo talento que todas las generaciones precedentes ... por aquí empieza el cambio del sistema productivo, aquí esta el futuro.. y a día de hoy estamos fracasando estrepitosamente.
Quién le interesen reflexiones y propuestas más profundas y más inteligentes que las mías aquí es dejo al enlace de un proyecto de José Antonio Marina http://www.movilizacioneducativa.net/
1.000 horas para conseguir cualquier cosa que merezca la pena. A trabajar.
Quizá porque tocó una tecla personal, la de la inconstancia y la de "más vale ciento volando que pájaro en mano"... en la política de la última hora, y en estar siempre tocando muchas teclas, que es lo que me gusta. Yo siempre digo que me construyo los circos de 5 pistas o el malabarismo de tener muchas pelotas en el aire a la vez, pero claro, esto me resta esfuerzos y posibilidades para centrarme realmente en algo a fondo.
Aparte de mi traducción personal, esta reflexión me hizo pensar en la experiencia de mi mujer en la ESO. Me cuenta cosas realmente preocupantes en un sistema educativo con una tasa de fracaso escolar tremenda, a pesar de que los contenidos, las materias y las exigencias han disminuido considerablemente desde mi época.
Constancia, compromiso, disciplina, motivación de logro son cosas que suenan a chino allí, los derechos son infinitos y las obligaciones reconocibles ninguna. No comprenden lo que significan porque lo tienen todo sin ganarse nada, porque no viven las consecuencias de sus actos.
Es normal que estos chavales tengan una falta de visión a largo plazo, a mi edad estaba igual de "empanao", pero para eso están los padres. Pero claro, son muchos los que en el colegio dicen, "es que ya no puedo con mi hijo/a, hace lo que quiere".
Esto, y una falta de respecto manifiesta, de interés por nada, de apatía vital es la herencia que estamos labrando para esta generación. Pero no es culpa suya, si exiges menos, si no apoyas a los profesores, si no reconoces el mérito, si no tiene consecuencias hacerlo mal y vale lo mismo que hacerlo bien... el resultado de esta ecuación está claro.
Un amigo mío me decía, a ver, si yo te doy un sueldo por no ir a trabajar o ir para no hacer nada o casi nada; o lo mismo por hacerlo 10 horas/diarias con objetivos exigentes, ¿tú que harías? Pues esa es la realidad de la adolescencia actual y de un sistema educativo fracasado (y ya de paso, de la función pública, donde tengo muchos amigos que están muy desmotivados precisamente por estas mismas cosas, pero esto tocará otro día).
Por eso cualquier programa de lucha contra el fracaso escolar lo tiene muy dificil, porque ¿cuál es la solución?, ¿bajar más el nivel? ¿luchar contracorriente intentando inculcar valores que ni el sistema ni las familias alientan y apoyan? Un enorme reto, porque no perdamos de vista que detrás de esta generación hay potenciales científicos brillantes, escritores de calidad, músicos virtuosos, extraordinario emprendedores, magníficos profesores, deportistas de élite, políticos capaces.. etc. en definitiva, el mismo talento que todas las generaciones precedentes ... por aquí empieza el cambio del sistema productivo, aquí esta el futuro.. y a día de hoy estamos fracasando estrepitosamente.
Quién le interesen reflexiones y propuestas más profundas y más inteligentes que las mías aquí es dejo al enlace de un proyecto de José Antonio Marina http://www.movilizacioneducativa.net/
1.000 horas para conseguir cualquier cosa que merezca la pena. A trabajar.
El lenguaje de los niños
Con el tiempo superpones en la memoria las experiencias o olvidas muchas cosas... esto pasa especialmente con los niños, que crecen muy rápido, que pasan de ser un bebe chiquitito en tus brazos, a comenzar a andar, a decir sus primeras palabras y hacerte preguntas como ¿qué pasa cuando nos morimos? o ¿que hay que hacer para tener una hermanita? que me hace mi Román de 4 años (de esto ya hablaré otro día). Y antes de que se me escape quiero reflexionar sobre mi otro hijo, Sergio, que con dos años está comenzando a desarrollar rudimentariamente el lenguaje.
Lo primero que dijo fue "mama y papa"... lo siguiente fue "agua", "pan" y ahora añade "mira", "ven", "aquí", "allí", "mío" y poco más... pero con este lenguaje básico se hace entender perfectamente. Por que aunque con escasas palabras, utiliza entonaciones muy nítidas para pedir, exigir, remolonear, seducir, etc.
Lo primero que dijo fue papa y mama para fijar claramente quienes eran sus interlocutores, quien tenía obligaciones para con él, y llamar nuestra atención, y también para diferenciarse del mundo, del sí mismo de los demás (también aprendió pronto a decir abu (abuelo), aba (abuela), tito/a, etc. Detrás vinieron sus necesidades básicas como diria Maslow, concretar qué quiere en cada momento (pan es un genérico para pedir comida), a continuación saber situarse en el mundo, él y los objetos y personas a su alrededor y tener la capacidad de manipularlos de que se muevan en mi entorno y por último, identificar claramente la propiedad, lo que me pertenece, lo que es MÍO.
En cierto modo, el niño se mueve en un egocentrismo absoluto donde reconoce y se familiariza con su entorno e intenta controlarlo para resolver sus necesidades y caprichos, tanto desde un punto de vista afectivo como material.
Me queda una reflexión, ¿en qué momento dejamos de ser egocéntricos (si es que dejamos alguna vez) y por qué? ¿A través de la educación y la cultura? ¿A través del desarrollo cognitivo? ¿o en el fondo no dejamos nunca de ser esos niños que quieren ser el centro del mundo?
Quizá no sea esa la cuestión, quizá sea cómo lo intentamos conseguir o conseguimos sostener nuestro egocentrismo... ¿ayudando a los demás para conseguir reconocimiento y satisfacción? ¿creando un entorno de amistad recíproca? ¿o generando situaciones de dependencia y sumisión? ¿trabajando o robando? ¿sonriendo o amenazando? ¿aportando u ordenando? ¿acordando o manipulando? Y no es baladí la diferencia, con 2 años mi hijo ya distingue perfectamente lo que está bien o lo que está mal, lo que es generoso y lo que es miserable, lo que merece un castigo o un reconocimiento, lo que te hace mejor persona y lo que te hace despreciable... aunque no conozca el lenguaje suficiente para expresarlo.
En el fondo, sabemos perfectamente quienes somos y a qué jugamos en esta vida... y aunque mientas con éxito a todo el mundo, uno no puede mentirse a sí mismo, las justificaciones vacuas se derriten como azucarillos... y yo soy de los que piensa que como las leyes físicas, cada acción tiene una reacción... y todo lo que seas y construyas para bien o para mal te acaba alcanzando tarde o temprano...
Lo primero que dijo fue "mama y papa"... lo siguiente fue "agua", "pan" y ahora añade "mira", "ven", "aquí", "allí", "mío" y poco más... pero con este lenguaje básico se hace entender perfectamente. Por que aunque con escasas palabras, utiliza entonaciones muy nítidas para pedir, exigir, remolonear, seducir, etc.
Lo primero que dijo fue papa y mama para fijar claramente quienes eran sus interlocutores, quien tenía obligaciones para con él, y llamar nuestra atención, y también para diferenciarse del mundo, del sí mismo de los demás (también aprendió pronto a decir abu (abuelo), aba (abuela), tito/a, etc. Detrás vinieron sus necesidades básicas como diria Maslow, concretar qué quiere en cada momento (pan es un genérico para pedir comida), a continuación saber situarse en el mundo, él y los objetos y personas a su alrededor y tener la capacidad de manipularlos de que se muevan en mi entorno y por último, identificar claramente la propiedad, lo que me pertenece, lo que es MÍO.
En cierto modo, el niño se mueve en un egocentrismo absoluto donde reconoce y se familiariza con su entorno e intenta controlarlo para resolver sus necesidades y caprichos, tanto desde un punto de vista afectivo como material.
Me queda una reflexión, ¿en qué momento dejamos de ser egocéntricos (si es que dejamos alguna vez) y por qué? ¿A través de la educación y la cultura? ¿A través del desarrollo cognitivo? ¿o en el fondo no dejamos nunca de ser esos niños que quieren ser el centro del mundo?
Quizá no sea esa la cuestión, quizá sea cómo lo intentamos conseguir o conseguimos sostener nuestro egocentrismo... ¿ayudando a los demás para conseguir reconocimiento y satisfacción? ¿creando un entorno de amistad recíproca? ¿o generando situaciones de dependencia y sumisión? ¿trabajando o robando? ¿sonriendo o amenazando? ¿aportando u ordenando? ¿acordando o manipulando? Y no es baladí la diferencia, con 2 años mi hijo ya distingue perfectamente lo que está bien o lo que está mal, lo que es generoso y lo que es miserable, lo que merece un castigo o un reconocimiento, lo que te hace mejor persona y lo que te hace despreciable... aunque no conozca el lenguaje suficiente para expresarlo.
En el fondo, sabemos perfectamente quienes somos y a qué jugamos en esta vida... y aunque mientas con éxito a todo el mundo, uno no puede mentirse a sí mismo, las justificaciones vacuas se derriten como azucarillos... y yo soy de los que piensa que como las leyes físicas, cada acción tiene una reacción... y todo lo que seas y construyas para bien o para mal te acaba alcanzando tarde o temprano...
Reflexiones en la Feria: el homo tribalis
Estos días estamos de Feria en Córdoba, una olla ardiente en fiesta donde media ciudad la visita de día, la otra media de noche y unos pocos se retan a maratones de alcohol y baile. El domingo estuve con mis hijos montándolos en los cacharritos y nos quedamos a comer por allí, muchas familias paseaban por el recinto, ya retirada la juventud después de un largo sábado (bueno, alguno había todavía comiendo churros con la mirada perdida a eso de la 13:00).
El miércoles sí que me sume, como es tradicional, a las comidas de empresa y de amigos que se organizan estos días, aunque este año tocaba retirarse pronto para ver como mi Barca hacía el trebol (impresionante).
Me impactó que muchos jóvenes iban uniformados, me explico, iban en manada con camisetas de colores chillones, rojas, azules, negras... y con mensajes simpáticos... tales como "las mujeres mucho mejor... de dos en dos", como era un grupo mixto las chicas llevaban otra que rezaba "los hombres mucho mejor... de dos en dos", lo cuál me tranquilizó porque ya veo los efectos de estas leyes de igualdad de género de ZP... aunque después vi otra que decía "olvídalo... no podrías mantenerme" que me hizo pensar que aún queda mucho por hacer.
Leyendo camisetas y viendo un grupo tras otro se me ocurrió que esto es un "facebook en la feria", donde cada uno mide el número de amigos/as, en el fondo en la sociedad del individualismo necesitamos seguir perteneciendo a tribus.
Después hicimos el recorrido habitual y nos fuimos a ASPA, una caseta donde confluye el movimiento social, anarquista, lo alternativo, antiglobalizadores... etc. con los posters del ché, palestina, denuncias sobre el sáhara, banderas de cuba... y un magnífico mohito y música de salsa. A algunos los conocía de vista, gente de colectivos sociales, de los consejos de la juventud de hace muchos años, de las JK (juventudes comunistas) de hace más de 10 años que ahora son casi todos funcionarios. Allí no había camisetas uniformadas, pero sí que se podía distinguir claramente una línea estética que los identificase... fui a pedir un mohito como corresponde y allí había unos folletos que hablaban de la "ruta alternativa de la feria" que me confirmó todas estas ideas, la ruta eran tres casetas: la CNT, ASPA y Juan XXIII... y a lo que añadiría por otra rama que también confluía aquí: CCOO, el rincón Cubano, la caseta del PCE y las JOC.
Como hay más de 100 casetas, cada uno tiene las suyas desde la Gaviota (del PP efectivamente) hasta las más clásicas sevillaneras como Entrevarales, las taurinas como Fosforito, las de cofradías como el Esparraguero, las de empresa como Telefónica, Cajasur o el Corte Inglés.. las de los estudiantes como Veterinaria, y las más fiesteras como los Bomberos... y cada uno con su disfraces uniformados... Me gusta porque es un espacio de convivencia donde caben todos, cada uno tiene sus raices, sus preferencias, su horario, sus casetas y bebidas favoritas y en la gran mayoría sin molestar a nadie simplemente con un afán de disfrutar.
Sigo dando vueltas a la idea, en esta sociedad donde la familia se disuelve, donde los amigos escasean, donde lo importante soy yo, después yo y por último yo, en el fondo necesitamos seguir perteneciendo a una tribu, necesitamos el aliento y la seguridad del grupo, necesitamos la amistad más que el egoismo, la compañía antes que la rácana soledad... aunque sea ficticia, aunque estos que ahora llevan la misma camiseta dentro de 10 años ni se hablen.. en cierto modo como el facebook donde te agregan de amigo para tener uno más, aunque después se esquiven cuando te ven por la calle.
Necesitamos formar parte de algo... por eso engordan las "sectas" como los kikos, el opus, los testigos de jehová o quien sabe cuantas más que desconozco. Necesitamos nuestra camiseta para saber que tenemos alguien al lado que te conoce, te valora y con el que puedes hablar, compartir y crecer.
El miércoles sí que me sume, como es tradicional, a las comidas de empresa y de amigos que se organizan estos días, aunque este año tocaba retirarse pronto para ver como mi Barca hacía el trebol (impresionante).
Me impactó que muchos jóvenes iban uniformados, me explico, iban en manada con camisetas de colores chillones, rojas, azules, negras... y con mensajes simpáticos... tales como "las mujeres mucho mejor... de dos en dos", como era un grupo mixto las chicas llevaban otra que rezaba "los hombres mucho mejor... de dos en dos", lo cuál me tranquilizó porque ya veo los efectos de estas leyes de igualdad de género de ZP... aunque después vi otra que decía "olvídalo... no podrías mantenerme" que me hizo pensar que aún queda mucho por hacer.
Leyendo camisetas y viendo un grupo tras otro se me ocurrió que esto es un "facebook en la feria", donde cada uno mide el número de amigos/as, en el fondo en la sociedad del individualismo necesitamos seguir perteneciendo a tribus.
Después hicimos el recorrido habitual y nos fuimos a ASPA, una caseta donde confluye el movimiento social, anarquista, lo alternativo, antiglobalizadores... etc. con los posters del ché, palestina, denuncias sobre el sáhara, banderas de cuba... y un magnífico mohito y música de salsa. A algunos los conocía de vista, gente de colectivos sociales, de los consejos de la juventud de hace muchos años, de las JK (juventudes comunistas) de hace más de 10 años que ahora son casi todos funcionarios. Allí no había camisetas uniformadas, pero sí que se podía distinguir claramente una línea estética que los identificase... fui a pedir un mohito como corresponde y allí había unos folletos que hablaban de la "ruta alternativa de la feria" que me confirmó todas estas ideas, la ruta eran tres casetas: la CNT, ASPA y Juan XXIII... y a lo que añadiría por otra rama que también confluía aquí: CCOO, el rincón Cubano, la caseta del PCE y las JOC.
Como hay más de 100 casetas, cada uno tiene las suyas desde la Gaviota (del PP efectivamente) hasta las más clásicas sevillaneras como Entrevarales, las taurinas como Fosforito, las de cofradías como el Esparraguero, las de empresa como Telefónica, Cajasur o el Corte Inglés.. las de los estudiantes como Veterinaria, y las más fiesteras como los Bomberos... y cada uno con su disfraces uniformados... Me gusta porque es un espacio de convivencia donde caben todos, cada uno tiene sus raices, sus preferencias, su horario, sus casetas y bebidas favoritas y en la gran mayoría sin molestar a nadie simplemente con un afán de disfrutar.
Sigo dando vueltas a la idea, en esta sociedad donde la familia se disuelve, donde los amigos escasean, donde lo importante soy yo, después yo y por último yo, en el fondo necesitamos seguir perteneciendo a una tribu, necesitamos el aliento y la seguridad del grupo, necesitamos la amistad más que el egoismo, la compañía antes que la rácana soledad... aunque sea ficticia, aunque estos que ahora llevan la misma camiseta dentro de 10 años ni se hablen.. en cierto modo como el facebook donde te agregan de amigo para tener uno más, aunque después se esquiven cuando te ven por la calle.
Necesitamos formar parte de algo... por eso engordan las "sectas" como los kikos, el opus, los testigos de jehová o quien sabe cuantas más que desconozco. Necesitamos nuestra camiseta para saber que tenemos alguien al lado que te conoce, te valora y con el que puedes hablar, compartir y crecer.
Córdoba Solidaria
Hace tiempo que le había perdido la pista a Córdoba Solidaria, y cuando digo hace tiempo serán por lo menos 12 años desde que participaba esporádicamente a través de una asociación de la universidad. Evidentemente siguen impulsando la Feria de la Solidaridad y eventos en los que, si estás mínimamente enterado de lo que pasa en la ciudad, te llegan. Pero ahora me interesan las reflexiones, los debates y las propuestas en las que están actualmente
A través de Ixmucané, asociación de cooperación al desarrollo que trabaja por la educación de la mujer maya (así aprovecho y hago publicidad) de la que soy socio, me ha llegado el trabajo que están realizando en la elaboración de un Decálogo.
Me parece una excelente idea trabajar en la línea de definir qué se es y por qué, algo que queda muchas veces enmascarado o en segundo plano en la inercia de hacer y hacer. Tengo que leerlo con más detalle, pero me ha llamado mucho la atención el carácter global de las reflexiones, la pobreza en el tercer mundo y también aquí, los paradigmas económicos y los movimientos de comercio justo, el respeto y el cuidado al medio ambiente, la participación y la implicación ciudadana, la igualdad de género, la inmigración y la interculturalidad, los derechos humanos... no son "islas de reinvidicación" sino que forman parte de un todo, como dicen los psicólogos actuales, necesitan de un enfoque sistémico ( y diría más, como la responsabilidad social de las empresas y de las ongs, la banca ética, los movimientos cooperativos, la brecha digital, etc.), porque todos son vasos comunicaciones, causas-efectos que definen y explican la situación actual de nuestro mundo.
Todo ello parte de algo que ya se ha dicho: de la participación, de "ser ciudadano o ciudadana" en un sentido amplio, de implicarse, comprometerse, informarse, participar, aportar... desde aquí enhorabuena a todas esas personas que están dedicando su tiempo a esta seguro que provechosa iniciativa.
Como estamos en la era de las redes sociales, hagamos cadena.
A través de Ixmucané, asociación de cooperación al desarrollo que trabaja por la educación de la mujer maya (así aprovecho y hago publicidad) de la que soy socio, me ha llegado el trabajo que están realizando en la elaboración de un Decálogo.
Me parece una excelente idea trabajar en la línea de definir qué se es y por qué, algo que queda muchas veces enmascarado o en segundo plano en la inercia de hacer y hacer. Tengo que leerlo con más detalle, pero me ha llamado mucho la atención el carácter global de las reflexiones, la pobreza en el tercer mundo y también aquí, los paradigmas económicos y los movimientos de comercio justo, el respeto y el cuidado al medio ambiente, la participación y la implicación ciudadana, la igualdad de género, la inmigración y la interculturalidad, los derechos humanos... no son "islas de reinvidicación" sino que forman parte de un todo, como dicen los psicólogos actuales, necesitan de un enfoque sistémico ( y diría más, como la responsabilidad social de las empresas y de las ongs, la banca ética, los movimientos cooperativos, la brecha digital, etc.), porque todos son vasos comunicaciones, causas-efectos que definen y explican la situación actual de nuestro mundo.
Todo ello parte de algo que ya se ha dicho: de la participación, de "ser ciudadano o ciudadana" en un sentido amplio, de implicarse, comprometerse, informarse, participar, aportar... desde aquí enhorabuena a todas esas personas que están dedicando su tiempo a esta seguro que provechosa iniciativa.
Como estamos en la era de las redes sociales, hagamos cadena.
Plan nº 59. A mi me gusta trabajar
Hay he decidido tomarme un poco este nuevo plan con algo de humor, aunque reconozco que para mi tiene efectos revitalizantes. Me ilusiona tener retos frente a mi, ideas, propuestas, aventuras, caminos, puertas... aunque sí es verdad que algunas llevan en papel desde tiempos inmemoriales (los que conocéis ya sabéis, el carnet de conducir, terminar la novela, etc. etc.).
Pero no me lo tomo a mal, no me siento fracasado por ello, simplemente he impulsado otras cosas que en ese momento me parecieron más interesantes, más motivadoras o sencillamente más necesarias. Así que siguen ahí en mi listado (ya no digo nada de la dieta y dejar de fumar que esas las pongo para que figuren, aunque quien sabe si algún día...), y mientras haya cosas en el zurrón significa que uno tiene un horizonte, como suelo decir, ahora que aún sigo siendo joven (vale, un joven madurito).
El otro día me encontré a un buen amigo que a sus 67 años sigue dando guerra por el mundo, promoviendo actividades asociativas para mejorar la sociedad. Me encantó la lucidez y la pasión que pone a su edad, y pienso, que mientras uno tenga metas e ilusiones no se pierden las fuerzas.
Aunque quizá mi problema es siempre otro, que yo no tengo un horizonte, tengo muchos y como la vida es breve quiero abarcarlos todos, así que estoy metido en un montón de historias que a veces me superan y en las que a veces salgo vencedor.
Yo no entiendo la vida de otra manera, como suelo decir, no nací para el tumbing ni el sofá. El sábado tuve una interesante experiencia en una práctica de dinámica de grupos y me sorprendió uno de mis compañeros que dijo, sin desparpajo, mi afición es trabajar, ¡a mi me encanta trabajar!.
Casí me lanzé a él a darle un abrazo, la educación me sujetó por los pelos, y os digo que me lo voy a tomar como lema, sí me gusta trabajar, porque en ello yo entiendo muchas más cosas, me gusta construir, crear, aportar y compartir. Y como soy un poco cabezón, también me gusta discutir. Y con un poco de ilusión y atrevimiento, no sabéis la cantidad de cosas que están en el mundo esperando que alguien le meta mano.
Y eso no significa que deje de lado la familia o las aficiones, hay tiempo para todo, hay por ahí una encuesta que dice que los españoles ven de media 4 horas de televisión... no digo más...
Sigo con mi plan... ya llevo tres páginas...
El día de hoy no puede terminar sin un Visca el Barca!!... y lo que nos queda...
Pero no me lo tomo a mal, no me siento fracasado por ello, simplemente he impulsado otras cosas que en ese momento me parecieron más interesantes, más motivadoras o sencillamente más necesarias. Así que siguen ahí en mi listado (ya no digo nada de la dieta y dejar de fumar que esas las pongo para que figuren, aunque quien sabe si algún día...), y mientras haya cosas en el zurrón significa que uno tiene un horizonte, como suelo decir, ahora que aún sigo siendo joven (vale, un joven madurito).
El otro día me encontré a un buen amigo que a sus 67 años sigue dando guerra por el mundo, promoviendo actividades asociativas para mejorar la sociedad. Me encantó la lucidez y la pasión que pone a su edad, y pienso, que mientras uno tenga metas e ilusiones no se pierden las fuerzas.
Aunque quizá mi problema es siempre otro, que yo no tengo un horizonte, tengo muchos y como la vida es breve quiero abarcarlos todos, así que estoy metido en un montón de historias que a veces me superan y en las que a veces salgo vencedor.
Yo no entiendo la vida de otra manera, como suelo decir, no nací para el tumbing ni el sofá. El sábado tuve una interesante experiencia en una práctica de dinámica de grupos y me sorprendió uno de mis compañeros que dijo, sin desparpajo, mi afición es trabajar, ¡a mi me encanta trabajar!.
Casí me lanzé a él a darle un abrazo, la educación me sujetó por los pelos, y os digo que me lo voy a tomar como lema, sí me gusta trabajar, porque en ello yo entiendo muchas más cosas, me gusta construir, crear, aportar y compartir. Y como soy un poco cabezón, también me gusta discutir. Y con un poco de ilusión y atrevimiento, no sabéis la cantidad de cosas que están en el mundo esperando que alguien le meta mano.
Y eso no significa que deje de lado la familia o las aficiones, hay tiempo para todo, hay por ahí una encuesta que dice que los españoles ven de media 4 horas de televisión... no digo más...
Sigo con mi plan... ya llevo tres páginas...
El día de hoy no puede terminar sin un Visca el Barca!!... y lo que nos queda...
Cuando se cierra una puerta se abren otra
Es un dicho muy frecuente, que viene a significar que la vida está llena de oportunidades, y que cuando un camino está bloqueado hay otros muchos senderos por donde transitar hasta encontrar otro camino que nos lleve en la dirección que deseamos.
Profundizando más en este dicho popular, para cumplir esta premisa lo primero es que la puerta esté cerrada. Que esté cerrada en nuestra mente, en nuestros pensamientos, en nuestra atención. Únicamente alejándonos de ello podremos ver otras oportunidades, podremos empezar a pensar en encontrar otras puertas. Muchas veces nos frustramos ante una puerta cerrada y la seguimos aporreando porque nos resistimos a reconocer que la cuestión ha finalizado.
Este es el gran mensaje del famoso librito "Quien se ha llevado mi queso", en donde dos ratoncitos se encuentran que la comida que recibían en su lugar habitual ya no está... y hay dos opciones: o seguir esperando que algún día vuelva, o arriesgarse por el laberinto a buscar un nuevo lugar donde haya comida... Quedarnos frente a la puerta cerrada esperando que vuelva a abrirse... o adentrarse en nuevos horizontes, con todos los miedos e incertidumbres que ello comporte...
Por lo tanto, lo fundamental es que nosotros estemos bien, con ánimo y con ilusión, que tengamos una disposición personal a seguir avanzando. Aunque a veces nos cueste.. esto es cuando nos ponemos a hacer ejercicio después de una larga temporada de inactividad, al principio cuesta y dan agujetas, pero después te sientes bien y el cuerpo te lo pide... en cuanto demos unos cuantos pasos ya veréis como recuperamos esas ganas perdidas.
Eso no significa que uno deje de hacer lo que le gusta si no simplemente que lo haga en otro lugar, que busque y se construya otro sitio donde haya queso, o a lo mejor sí y aprovechar para dar un giro radical a su vida.
Estos días en mi entorno cercano, y supongo que en el de muchos, personas que han pasado de tener una estabilidad laboral, se encuentran ahora despedidos. En algunos casos llega por sorpresa, y nuestra vida se vuelve boca abajo; o bien se veía venir, pero en la mayoría de las ocasiones se prefiere mirar para otro lado.
Sí, estamos en crisis, pero eso no signfica que no se puedan encontrar otras oportunidades, o que uno no pueda construirse una oportunidad nueva, haciendo lo que le gusta, desarrollándose personal y profesionalmente. La clave es un empujoncito, es ese primer paso, como el de los niños empezar a caminar... sí, tenía un contrato estable... pero la puerta está cerrada, olvidala, no te quedes ahí pasmado lamentando tu suerte o envenenándote rememorando lo que ha pasado... hay otras muchas puertas y, el mero hecho de la búsqueda, ya te aporta.
Profundizando más en este dicho popular, para cumplir esta premisa lo primero es que la puerta esté cerrada. Que esté cerrada en nuestra mente, en nuestros pensamientos, en nuestra atención. Únicamente alejándonos de ello podremos ver otras oportunidades, podremos empezar a pensar en encontrar otras puertas. Muchas veces nos frustramos ante una puerta cerrada y la seguimos aporreando porque nos resistimos a reconocer que la cuestión ha finalizado.
Este es el gran mensaje del famoso librito "Quien se ha llevado mi queso", en donde dos ratoncitos se encuentran que la comida que recibían en su lugar habitual ya no está... y hay dos opciones: o seguir esperando que algún día vuelva, o arriesgarse por el laberinto a buscar un nuevo lugar donde haya comida... Quedarnos frente a la puerta cerrada esperando que vuelva a abrirse... o adentrarse en nuevos horizontes, con todos los miedos e incertidumbres que ello comporte...
Por lo tanto, lo fundamental es que nosotros estemos bien, con ánimo y con ilusión, que tengamos una disposición personal a seguir avanzando. Aunque a veces nos cueste.. esto es cuando nos ponemos a hacer ejercicio después de una larga temporada de inactividad, al principio cuesta y dan agujetas, pero después te sientes bien y el cuerpo te lo pide... en cuanto demos unos cuantos pasos ya veréis como recuperamos esas ganas perdidas.
Eso no significa que uno deje de hacer lo que le gusta si no simplemente que lo haga en otro lugar, que busque y se construya otro sitio donde haya queso, o a lo mejor sí y aprovechar para dar un giro radical a su vida.
Estos días en mi entorno cercano, y supongo que en el de muchos, personas que han pasado de tener una estabilidad laboral, se encuentran ahora despedidos. En algunos casos llega por sorpresa, y nuestra vida se vuelve boca abajo; o bien se veía venir, pero en la mayoría de las ocasiones se prefiere mirar para otro lado.
Sí, estamos en crisis, pero eso no signfica que no se puedan encontrar otras oportunidades, o que uno no pueda construirse una oportunidad nueva, haciendo lo que le gusta, desarrollándose personal y profesionalmente. La clave es un empujoncito, es ese primer paso, como el de los niños empezar a caminar... sí, tenía un contrato estable... pero la puerta está cerrada, olvidala, no te quedes ahí pasmado lamentando tu suerte o envenenándote rememorando lo que ha pasado... hay otras muchas puertas y, el mero hecho de la búsqueda, ya te aporta.
El general Cayo Mario
Como yo entiendo un blog como un cajón de sastre personal, hoy me apetece hablar de historia, de la que soy un simple y fervoroso aficionado, aprovechando una relectura de una de mis novelas favoritas, El primer nombre de Roma (y las siguientes hasta la muerte de Julio Cesar y el ascenso al poder de Augusto) de Colleen McCollough.
La figura del general (sobre todo general) Cayo Mario, 7 veces cónsul de Roma, ha quedado sepultada por la fama de su sobrino Julio Cesar. Era un hombre nuevo, de Arpinum (de donde años más tarde surgiría Cicerón), no pertenecía pues a las familias patricias de Roma que combatieron ferozmente por disminuir su influencia y anular su carrera política.
Cayo Mario sentó las bases que posteriormente permitiría el ascenso de su sobrino Julio Cesar en todos los sentidos (de hecho, su sobrino siguió fielmente el guión de su tío). Como militar, a la altura de un Anibal o un Alejandro, fue el que incorporó las bases del poder de la legión romana, cambio su configuración y orden, introdujo las famosas águilas de plata, actualizó armas y, sobre todo, introdujo el concepto de soldado profesional pertechado por el tesoro. En lo político, intensificó el uso de los Tribunos de la Plebe para legislar minimizando la influencia del Senado. En su actitud, su ansia de poder le llevó a una guerra civil con Lucio Cornelio Sila (populares contra patricios, exactamente igual que la posteriormente librarían Julio Cesar y Pompeyo), la primera entre romanos. Entre sus éxitos, está el exterminio de una terrible invasión de germanos (se calcula más de 800.000) que habrían arrasado con la civilización romana y la propia Roma gracias a su extraordinario talento militar.
Un gran personaje de la historia con claroscuros. La república romana comenzó a decaer desde entonces, dictuduras (como la de Sila), rebeliones o intentos de toma de poder por la fuerza (como la de Catilina), bandas callejeras para controlar el voto de la plebe(como el famoso Clodio) y generales que entendían que el ejército era suyo más que de Roma (Julio Cesar y Pompeyo) y lo utilizaban para conseguir sus fines políticos... efectivamente, Alea Jacta Est... gracias a Cayo Mario, salvó Roma y condenó a la República.
La figura del general (sobre todo general) Cayo Mario, 7 veces cónsul de Roma, ha quedado sepultada por la fama de su sobrino Julio Cesar. Era un hombre nuevo, de Arpinum (de donde años más tarde surgiría Cicerón), no pertenecía pues a las familias patricias de Roma que combatieron ferozmente por disminuir su influencia y anular su carrera política.
Cayo Mario sentó las bases que posteriormente permitiría el ascenso de su sobrino Julio Cesar en todos los sentidos (de hecho, su sobrino siguió fielmente el guión de su tío). Como militar, a la altura de un Anibal o un Alejandro, fue el que incorporó las bases del poder de la legión romana, cambio su configuración y orden, introdujo las famosas águilas de plata, actualizó armas y, sobre todo, introdujo el concepto de soldado profesional pertechado por el tesoro. En lo político, intensificó el uso de los Tribunos de la Plebe para legislar minimizando la influencia del Senado. En su actitud, su ansia de poder le llevó a una guerra civil con Lucio Cornelio Sila (populares contra patricios, exactamente igual que la posteriormente librarían Julio Cesar y Pompeyo), la primera entre romanos. Entre sus éxitos, está el exterminio de una terrible invasión de germanos (se calcula más de 800.000) que habrían arrasado con la civilización romana y la propia Roma gracias a su extraordinario talento militar.
Un gran personaje de la historia con claroscuros. La república romana comenzó a decaer desde entonces, dictuduras (como la de Sila), rebeliones o intentos de toma de poder por la fuerza (como la de Catilina), bandas callejeras para controlar el voto de la plebe(como el famoso Clodio) y generales que entendían que el ejército era suyo más que de Roma (Julio Cesar y Pompeyo) y lo utilizaban para conseguir sus fines políticos... efectivamente, Alea Jacta Est... gracias a Cayo Mario, salvó Roma y condenó a la República.
El baile de máscaras
Influido por una magnífica, aunque corta, noche de carnaval, donde los piratas padre-hijo paseamos la "botella de ron" por Córdoba, me viene al hilo la reflexión de las máscaras o los roles que a cada uno nos toca adoptar en esta larga vida.
Todos, y cuando digo todos, digo todos, seguimos un guión y un papel en el que actuamos en función de las relaciones sociales, profesionales o familiares que nos toca vivir, no implica que seamos unos falsos, si no que por educación, convivencia y/o por exigencias laborales debemos potenciar unas conductas y reprimir otras, matizar o moderar un discurso o exhacerbarlo, etc. etc. Estas máscaras son, o deberían ser, diferentes versiones de nosotros mismos, es decir, no se trata de defender o apoyar algo en lo que estás radicalmente en contra, si no de "saber estar".
Pero claro, este "saber estar" tiene un límite, como es el de aceptar cosas que no nos gustan, de tener que sonreir ante un comentario denigrante, de tener que decir que estar de acuerdo con algo que te repugna profundamente. Algunas personas se autoengañan un tiempo, intentan (si no recuerdo mal los psicólogos lo llaman disonancia cognitiva) convencerse de que está bien, de que no tiene importancia, de que quizá estemos equivocados. Pero dura poco (o todo lo que puedas, que hay gente que aguanta el asco tela marinera), la máscara no se sostiene en la intimidad y la soledad y ese conflicto interno acaba por estallar y hacer insoportable el papel que desempeñas.
En ese momento necesitas un cambio, alejarte de estos caminos y transitar por otros nuevos. Por que no hay nada más importante que ser y sentirse en paz con nosotros mismos. Todo cambio provoca un vértigo, sobre todo cuando no se tiene definida la dirección... pero lo importante es avanzar, hacer, no estancarse. En este sentido, mi apuesta personal sigue siendo el emprendimiento, como fórmula para el desarrollo personal y creativo, como espacio para crecer, aprender, ganarte la vida y vivirla a tu manera. Siempre llevarás alguna máscara, pero serás tú quien defina que papeles quieres ejercer y cuáles no.
La semana pasada me regalé el "Arte de Empezar"de Kawasaki, como dice la publicidad "el libro más útil para emprender desde los 10 mandamientos (esto último lo exagero yo)".. pues no es para tanto, muchos consejos e ideas están bien si eres americano y vas a montar una empresa con un millón de dólares o eres un genio informático con una idea superrrevolucionaria... pero como de todo libro, y más de estos de lluvia de ideas, se pueden extraer cosas interesantes, me quedo con la apuesta inicial: para montar una empresa no reflexiones tanto, ideas claras, producto definido y a lanzarlo al mercado, a vender. Ya ajustarás después, ya elaborarás después, ya harás proyecciones después... primero prueba, primero la acción y el contacto directo con la realidad.. La acción es muy importante para mantenerte activo, para motivarte, para creerte el proyecto y eso, es decir, tu motivación personal y tu impulso como emprendedor es más importante que los planes.
¿Me acepta este baile?
Todos, y cuando digo todos, digo todos, seguimos un guión y un papel en el que actuamos en función de las relaciones sociales, profesionales o familiares que nos toca vivir, no implica que seamos unos falsos, si no que por educación, convivencia y/o por exigencias laborales debemos potenciar unas conductas y reprimir otras, matizar o moderar un discurso o exhacerbarlo, etc. etc. Estas máscaras son, o deberían ser, diferentes versiones de nosotros mismos, es decir, no se trata de defender o apoyar algo en lo que estás radicalmente en contra, si no de "saber estar".
Pero claro, este "saber estar" tiene un límite, como es el de aceptar cosas que no nos gustan, de tener que sonreir ante un comentario denigrante, de tener que decir que estar de acuerdo con algo que te repugna profundamente. Algunas personas se autoengañan un tiempo, intentan (si no recuerdo mal los psicólogos lo llaman disonancia cognitiva) convencerse de que está bien, de que no tiene importancia, de que quizá estemos equivocados. Pero dura poco (o todo lo que puedas, que hay gente que aguanta el asco tela marinera), la máscara no se sostiene en la intimidad y la soledad y ese conflicto interno acaba por estallar y hacer insoportable el papel que desempeñas.
En ese momento necesitas un cambio, alejarte de estos caminos y transitar por otros nuevos. Por que no hay nada más importante que ser y sentirse en paz con nosotros mismos. Todo cambio provoca un vértigo, sobre todo cuando no se tiene definida la dirección... pero lo importante es avanzar, hacer, no estancarse. En este sentido, mi apuesta personal sigue siendo el emprendimiento, como fórmula para el desarrollo personal y creativo, como espacio para crecer, aprender, ganarte la vida y vivirla a tu manera. Siempre llevarás alguna máscara, pero serás tú quien defina que papeles quieres ejercer y cuáles no.
La semana pasada me regalé el "Arte de Empezar"de Kawasaki, como dice la publicidad "el libro más útil para emprender desde los 10 mandamientos (esto último lo exagero yo)".. pues no es para tanto, muchos consejos e ideas están bien si eres americano y vas a montar una empresa con un millón de dólares o eres un genio informático con una idea superrrevolucionaria... pero como de todo libro, y más de estos de lluvia de ideas, se pueden extraer cosas interesantes, me quedo con la apuesta inicial: para montar una empresa no reflexiones tanto, ideas claras, producto definido y a lanzarlo al mercado, a vender. Ya ajustarás después, ya elaborarás después, ya harás proyecciones después... primero prueba, primero la acción y el contacto directo con la realidad.. La acción es muy importante para mantenerte activo, para motivarte, para creerte el proyecto y eso, es decir, tu motivación personal y tu impulso como emprendedor es más importante que los planes.
¿Me acepta este baile?
Esto no es crisis, lo que viene es mucho peor
Hace tiempo un excelente profesor que tuve de Recursos Humanos, D. Gaspar Rul-lan (creo que lo escrito bien, si no que me perdone) nos dio una charla magistral y nos dijo: para avanzar en el conocimiento es necesario un modelo teórico y su contrapuesto, para después llegar a una síntesis o punto intermedio.. después llegará otra teoría que será su contrapuesto a este nuevo modelo y así avanza el conocimiento... debatir es esencial para aprender..
Y así del capitalismo taylorista del siglo XIX surgió el contrapuesto del comunismo o el anarquismo, y de ahí surgieron nuevas propuestas intermedias como el capitalismo con intervención del estado y unido a la sociedad del bienestar, a la acción sindical y el dialogo social, etc (aunque creo que este modelo está inmaduro, sinceramente)... A día de hoy, con una crisis galopante de la que nos desinforman intencionadamente (que haya más de 100 bancos en EEUU al borde de la quiebra no es portada ni en la prensa escrita, ni en la radio y mucho menos en los telediarios deportivos-sucesos-cotilleos que tenemos ahora) habrá que exprimirse para buscar nuevos modelos... ya se oyen cosas, que ocupan poco margen pero que están ahí: organos rectores mundiales para la economía o acuerdos multilaterales que homogeneicen la intervención y control de los estados en la economía y las finanzas y eliminación de paraisos fiscales, por ejemplo.
Pero mientras se deshoja la margarita, y los políticos son incapaces de meter mano al problema (demasiados callos que pisar e intereses a los que molestar), la crisis avanza y eso no se va a recuperar ni a finales de este año ni en el siguiente, más bien va a empeorar bastante. Llegaremos al punto donde las cosas estén tan mal que no les quede más remedio que empezar a tomar decisiones... pero claro, mientras muchas personas lo van a pasar mal, no digamos ya en los países pobres, porque si aquí el problema es como pago la hipoteca, en otros sitios el problema es que se multiplique la gente que muere miserablemente de hambre.
Puestos a ello, si finalmente se toman decisiones, pongo mi granito de arena por si alguien casualmente lo lee:
1. El objetivo del milenio lo primero. Hambre en el mundo CERO, un plan serio de salud y educación en los países pobres.
2. Organismos supranacionales que pongan coto a la codicia desmedida. Control y trasparencia. Que el dinero se dedique a producir bienes y servicios y a crear empleo, no a la especulación financiera. Una apuesta por la redistribución de la riqueza.
3. Organismos eficaces contra las guerras y a favor de la democracia, control de fabricación de armas, eliminación de minas antipersonas, armas nucleares, etc. etc. en un plazo razonable
4. Derechos sociales para todos y sin barreras estatales para las personas. Compitamos los territorios y los pueblos en igualdad de condiciones, la Organización Mundial del Comercio que no hable solo de aranceles, sino de derechos y retribuciones justas de los trabajadores, en todas partes. Acabar con la explotación de las personas, por supuesto de los niños...
5. Un compromiso ecológico mundial, que parece que las noticias como la de ayer de la pérdida de hielo en los polos y el cambio climático no las oyen los que tienen que tomar decisiones.
Bueno, me ha salido una bonita carta a los reyes magos, aunque no sea época.
Y así del capitalismo taylorista del siglo XIX surgió el contrapuesto del comunismo o el anarquismo, y de ahí surgieron nuevas propuestas intermedias como el capitalismo con intervención del estado y unido a la sociedad del bienestar, a la acción sindical y el dialogo social, etc (aunque creo que este modelo está inmaduro, sinceramente)... A día de hoy, con una crisis galopante de la que nos desinforman intencionadamente (que haya más de 100 bancos en EEUU al borde de la quiebra no es portada ni en la prensa escrita, ni en la radio y mucho menos en los telediarios deportivos-sucesos-cotilleos que tenemos ahora) habrá que exprimirse para buscar nuevos modelos... ya se oyen cosas, que ocupan poco margen pero que están ahí: organos rectores mundiales para la economía o acuerdos multilaterales que homogeneicen la intervención y control de los estados en la economía y las finanzas y eliminación de paraisos fiscales, por ejemplo.
Pero mientras se deshoja la margarita, y los políticos son incapaces de meter mano al problema (demasiados callos que pisar e intereses a los que molestar), la crisis avanza y eso no se va a recuperar ni a finales de este año ni en el siguiente, más bien va a empeorar bastante. Llegaremos al punto donde las cosas estén tan mal que no les quede más remedio que empezar a tomar decisiones... pero claro, mientras muchas personas lo van a pasar mal, no digamos ya en los países pobres, porque si aquí el problema es como pago la hipoteca, en otros sitios el problema es que se multiplique la gente que muere miserablemente de hambre.
Puestos a ello, si finalmente se toman decisiones, pongo mi granito de arena por si alguien casualmente lo lee:
1. El objetivo del milenio lo primero. Hambre en el mundo CERO, un plan serio de salud y educación en los países pobres.
2. Organismos supranacionales que pongan coto a la codicia desmedida. Control y trasparencia. Que el dinero se dedique a producir bienes y servicios y a crear empleo, no a la especulación financiera. Una apuesta por la redistribución de la riqueza.
3. Organismos eficaces contra las guerras y a favor de la democracia, control de fabricación de armas, eliminación de minas antipersonas, armas nucleares, etc. etc. en un plazo razonable
4. Derechos sociales para todos y sin barreras estatales para las personas. Compitamos los territorios y los pueblos en igualdad de condiciones, la Organización Mundial del Comercio que no hable solo de aranceles, sino de derechos y retribuciones justas de los trabajadores, en todas partes. Acabar con la explotación de las personas, por supuesto de los niños...
5. Un compromiso ecológico mundial, que parece que las noticias como la de ayer de la pérdida de hielo en los polos y el cambio climático no las oyen los que tienen que tomar decisiones.
Bueno, me ha salido una bonita carta a los reyes magos, aunque no sea época.
Somos lo que hacemos...
Somos lo que hacemos, pero lo que hacemos no define quién somos...
Después de leer blogs de amigos/as me ha picado el gusanillo. Al que me conoce sabe que me gusta escribir más que un tonto un lápiz, pero me resistía a este especie de género epistolar sin destinatario cierto del siglo XXI. Lo veía excesivamente ególatra, ¿a quien puñetas le importa lo que tengas que decir? ¿al mundo? Ja, demasiados/as filosofillos/as por ahí, me decía yo, y yo será uno más y de los malos... Quizá me esté haciendo viejo y comienzo a ver con recelo las NNTT.
Un amigo me dijo "no te has enterado de nada, anda lee y documéntate". Y leyendo descubrí que no es más que un canal de comunicación personal, para gente que te conoce y quiere saber de tí, una nueva forma de establecer conversaciones, diálogos y reflexiones, chistes, compartir experiencias y vivencias...
Como tengo algunos amigos por ahí, dispersos por la geografía y el hiperespacio internetiano, y como me apetece conocer gente que comparta mis gustos, mis aficiones y mi manera de pensar más allá del entorno cercano, me pongo a ello.
A lo que iba. Somos lo que hacemos, y tomo prestadas palabras de Sartre, implica que no somos más que "un proyecto que tiene que hacerse". Cada cosa que hacemos, cada paso que damos en esta vida, nos enriquece de alguna manera, nos modifica, nos hace avanzar en alguna dirección... y ello implica que siempre tenemos la posibilidad de cambiar de rumbo, de renovarnos y de dirigirnos a las metas que nos hayamos propuesto. En esta idea, los fracasos no existen, las experiencias de las que debemos aprender, el hecho de intentarlo ya es un tesoro personal.
Eso sí, es fundamental la meta, como leí en algún sitio si no defines tus propias metas, estarás viviendo las metas de otros. Así que, si nos detenemos a pensar en nosotros mismos, lo que queremos, lo que nos puede hacer feliz personalmente y a nuestro entorno, hemos dado el paso definitivo. Después rompamos la barreras de los hábitos y demos ese paso, ese "intentarlo", ese "hacer para ser", aprovechemos del pasado la experiencia pero evitemos los miedos y los peros para "no hacer". Podemos ser alguien diferente mañana, alguien que nos guste más a nosotros mismos, haciendo cosas que nos acerquen a esas metas que nos permitan autorrealizarnos.
Lo que somos es el resultado de toda una historia personal, lo que seremos mañana será el resultado de vivir y hacer en nuestro presente.
Mucha suerte y manos a la obra
Después de leer blogs de amigos/as me ha picado el gusanillo. Al que me conoce sabe que me gusta escribir más que un tonto un lápiz, pero me resistía a este especie de género epistolar sin destinatario cierto del siglo XXI. Lo veía excesivamente ególatra, ¿a quien puñetas le importa lo que tengas que decir? ¿al mundo? Ja, demasiados/as filosofillos/as por ahí, me decía yo, y yo será uno más y de los malos... Quizá me esté haciendo viejo y comienzo a ver con recelo las NNTT.
Un amigo me dijo "no te has enterado de nada, anda lee y documéntate". Y leyendo descubrí que no es más que un canal de comunicación personal, para gente que te conoce y quiere saber de tí, una nueva forma de establecer conversaciones, diálogos y reflexiones, chistes, compartir experiencias y vivencias...
Como tengo algunos amigos por ahí, dispersos por la geografía y el hiperespacio internetiano, y como me apetece conocer gente que comparta mis gustos, mis aficiones y mi manera de pensar más allá del entorno cercano, me pongo a ello.
A lo que iba. Somos lo que hacemos, y tomo prestadas palabras de Sartre, implica que no somos más que "un proyecto que tiene que hacerse". Cada cosa que hacemos, cada paso que damos en esta vida, nos enriquece de alguna manera, nos modifica, nos hace avanzar en alguna dirección... y ello implica que siempre tenemos la posibilidad de cambiar de rumbo, de renovarnos y de dirigirnos a las metas que nos hayamos propuesto. En esta idea, los fracasos no existen, las experiencias de las que debemos aprender, el hecho de intentarlo ya es un tesoro personal.
Eso sí, es fundamental la meta, como leí en algún sitio si no defines tus propias metas, estarás viviendo las metas de otros. Así que, si nos detenemos a pensar en nosotros mismos, lo que queremos, lo que nos puede hacer feliz personalmente y a nuestro entorno, hemos dado el paso definitivo. Después rompamos la barreras de los hábitos y demos ese paso, ese "intentarlo", ese "hacer para ser", aprovechemos del pasado la experiencia pero evitemos los miedos y los peros para "no hacer". Podemos ser alguien diferente mañana, alguien que nos guste más a nosotros mismos, haciendo cosas que nos acerquen a esas metas que nos permitan autorrealizarnos.
Lo que somos es el resultado de toda una historia personal, lo que seremos mañana será el resultado de vivir y hacer en nuestro presente.
Mucha suerte y manos a la obra
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